El alcalde de Bogotá aseguró que cumplirá con lo firmado y mantendrá la construcción de la Primera Línea tal y como está pactada.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, le respondió al presidente Gustavo Petro sobre su propuesta de aplicar cambios al contrato de construcción de la Primera Línea del Metro de Bogotá.
“Por primera vez en la historia Bogotá tiene un contrato para construir el Metro firmado y financiado. Un contrato donde participaron dos gobiernos nacionales que tiene el respaldo de la banca multilateral, está en ejecución y tiene un 31 % de avances en este momento, que es el resultado de ocho años, dos administraciones distritales, la de Peñalosa que lo contrató y la de Claudia López que lo continuó”, señaló el alcalde.
A renglón seguido, apuntó que el presidente Petro “planteó una alternativa al proyecto que está en construcción. Una modificación para hacer un trazado por la carrera 13 y después por la Caracas que no tiene ni siquiera estudios de prefactibilidad. Una modificación que alargaría en por lo menos 8 años más la espera que ya completa 82. A la idea presentada de cambiar la Primera Línea del Metro le faltan mínimo cuatro años de trabajo, de maduración. No vamos a cambiar certezas por el riesgo de la incertidumbre”.
“El presidente también ha dicho que el Gobierno nacional contrató a la Sociedad Colombiana de Ingenieros para determinar un análisis que permitiera determinar la mejor alternativa para la Primera Línea del Metro de Bogotá. Sin embargo, la misma Sociedad Colombiana de Ingenieros ha dicho públicamente otra cosa”, aseveró el alcalde.
Como prueba de esa afirmación, el mandatario local mostró la intervención del ingeniero Rafael Fonseca durante un debate de control político a la construcción del Metro de Bogotá en el Congreso, en el que esa firma aseguró que la Sociedad Colombiana de Ingenieros fue contratada para “hacer una metodología que sirviera para todos los proyectos de desarrollo que tienen que ver con transporte en el país. Son ejercicios académicos y con base en ellos no se puede tomar una decisión”.
Carlos Fernando Galán fue contundente en su respuesta a Gustavo Petro: “Evaluar futuros proyectos en el país no es evaluar proyectos que están en ejecución. Frente al Metro, ni un paso atrás”.
La versión de la administración distrital es que no se puede modificar el contrato que ya fue firmado (y está en ejecución) para la construcción de la primera línea de ese medio de transporte, porque esto abriría un boquete jurídico contra el Estado colombiano y la propia Empresa Metro de Bogotá.
En palabras del alcalde Galán: “La modificación que propone el presidente es jurídicamente imposible y técnicamente inviable. Jurídicamente, no es posible cambiar un contrato como lo plantea el presidente. Existe un contrato firmado y en ejecución, y nosotros somos respetuosos de la ley, de las instituciones y de la Constitución, y vamos a cumplir el contrato”.
Las obras para el Metro de Bogotá ya están en marcha y de las arcas del Distrito ya han salido inversiones por $ 2,9 billones para llevar a cabo las obras de ese proyecto de movilidad. Y, si se interrumpe la construcción, ese dinero se perdería. En palabras del mandatario local: “Si el contrato se modifica, buena parte de esos recursos se perderían, como ocurriría con los valores pagados en la avenida Caracas por la compra de predios y el traslado de redes que asciende a $ 522 mil millones. Esos recursos se irían a la caneca”.
Si se modifica el contrato para la construcción de la Primera Línea del Metro de Bogotá, el dinero que ya se invirtió durante las tres recientes administraciones (la del exalcalde Enrique Peñalosa, la exalcaldesa Claudia López y el actual alcalde Galán) se perdería, resultando en un posible detrimento patrimonial.
“No estamos hablando de unos estudios que se perderían, ni tampoco es el cálculo a futuro de cuál va a ser el costo social. No. Son inversiones físicas, inversiones que ya se hicieron en territorio, en redes de servicios públicos y en compra de predios. La opinión pública debe saber que esas inversiones se perderían si cambiamos el proyecto Metro y que esos son recursos que hoy necesita el país y las regiones”, advirtió Carlos Fernando Galán.
Hay un claro ejemplo que dimensiona la cantidad de recursos que se han invertido desde el erario público para el Metro de Bogotá: esos dineros equivalen casi al doble de fondos que tiene una ciudad capital como Bucaramanga para operar en todo un año.
“Parar el proyecto Metro es parar el progreso de Bogotá. Asumir pérdidas millonarias e incumplirles a los bogotanos (…) El proyecto Metro no responde ni puede responder a un sueño mío ni de ningún exalcalde de Bogotá. Estamos hablando del sueño de una ciudad, de las ilusiones de más de 8 millones de bogotanos que necesitan y merecen un Metro. No una línea, ni dos, ni tres. Un sistema metro con cinco o seis líneas que ya empezamos a construir”, sostuvo el alcalde de Bogotá.
Este es el estudio con los mejores expertos nacionales y extranjeros para evaluar proyectos sobre el metro de Bogotá. Proponemos un metro mixto, una parte elevada la que ya se esta haciendo, y subterranizar desde la estación Antonio Nariño hasta la calle 72 ……— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 18, 2024
“Yo invito al presidente a que miremos hacia el futuro. No hacia lo que se hubiera podido hacer distinto. Miremos hacia las líneas dos, tres y cuatro. Trabajemos sobre lo que ya hayamos construido. El cambio no puede ser comenzar todo de nuevo. Yo como alcalde de Bogotá tengo un mandato legal, un mandato popular: fui elegido para continuar y proteger el Metro. Ese es mi compromiso. Ese es mi deber. Voy a respetar lo firmado y voy a cumplir la palabra”, concluyó Carlos Fernando Galán, prometiendo que entregará el Metro de Bogotá en 2028.
Redacción R.S