En las últimas semanas, el término «6.402» ha resurgido en el debate público colombiano, esta vez como una herramienta clave utilizada por el presidente Gustavo Petro y sus seguidores para justificar ciertas políticas y acciones del gobierno. Según diversos críticos, entre ellos la cuenta de Twitter @dfcasanare, esta narrativa se está empleando no solo para desviar la atención de problemas actuales, sino también para confundir y dividir a la opinión pública.
Origen del 6.402: Un Contexto Histórico
El número 6.402 hace referencia a los «falsos positivos», un escándalo de ejecuciones extrajudiciales que se dio a conocer durante el gobierno de Álvaro Uribe. Este escándalo involucraba a miembros del ejército colombiano que asesinaban a civiles inocentes para presentarlos como guerrilleros muertos en combate, inflando así las cifras de éxito militar en la lucha contra las FARC. El caso 6.402 se refiere a la cantidad de víctimas identificadas en estos actos atroces.
Uso Político del Caso
En los últimos tiempos, Gustavo Petro y su administración han retomado esta dolorosa parte de la historia colombiana para reforzar su agenda política. Petro, conocido por su pasado como exguerrillero y sus posturas de izquierda, ha utilizado el caso para criticar duramente a sus predecesores y sus políticas de seguridad.
Según @dfcasanare y otros críticos, este enfoque no es más que una «falsa narrativa» destinada a desviar la atención de los problemas actuales del país, como la inseguridad, la economía en crisis y la corrupción. Señalan que al enfocarse constantemente en el pasado, Petro y sus seguidores están evitando la rendición de cuentas sobre los desafíos presentes y futuros de su administración.
Apoyo de Sectores Radicales y Uso del Terrorismo
El tuit de @dfcasanare también sugiere que esta narrativa es utilizada por sectores radicales y terroristas para legitimar sus acciones. Estos grupos, que se benefician de la inestabilidad y la división, encuentran en la narrativa del 6.402 una justificación para continuar con sus actividades ilícitas y violentas.
El argumento es que al perpetuar una imagen negativa y monolítica de las fuerzas armadas y de gobiernos anteriores, se crea un ambiente de desconfianza y resentimiento que puede ser explotado por grupos armados ilegales. Esto no solo afecta la cohesión social, sino que también dificulta la implementación de políticas de seguridad efectivas.
Reacciones y Debate Público
La reactivación de este tema ha generado un intenso debate en el país. Por un lado, hay quienes apoyan a Petro y ven en la memoria histórica una herramienta crucial para la justicia y la reconciliación. Argumentan que es necesario recordar y aprender de los errores del pasado para construir un futuro mejor y más justo.
Por otro lado, están aquellos que, como @dfcasanare, ven en esta insistencia una maniobra política que distrae de los problemas actuales y erosiona la confianza en las instituciones. Sostienen que si bien es vital recordar y honrar a las víctimas, también es imperativo centrarse en los retos presentes y en cómo resolverlos.
Desafíos para el Futuro
La controversia en torno al uso del caso 6.402 pone de relieve un desafío crucial para Colombia: encontrar un equilibrio entre la memoria histórica y la acción presente. Mientras que recordar el pasado es esencial para no repetir errores, es igualmente importante no permitir que estas narrativas paralicen el progreso y la resolución de problemas actuales.
Para el gobierno de Petro, esto significa demostrar que puede abordar los problemas actuales de seguridad, economía y gobernanza, sin recurrir constantemente a las fallas de administraciones anteriores. Para la oposición y la sociedad civil, el desafío radica en mantener un escrutinio crítico y constructivo que promueva la rendición de cuentas y la justicia en el presente.
En última instancia, la pregunta es cómo Colombia puede avanzar de manera cohesiva y efectiva, sin quedar atrapada en las sombras de su pasado. La respuesta a esta pregunta determinará el rumbo del país en los próximos años y la capacidad de sus líderes para guiar a la nación hacia un futuro más próspero y equitativo.
