La novela por el escándalo de corrupción al interior de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) hasta ahora empieza, en medio de la polémica que han generado en el país las declaraciones que entregó el subdirector de la entidad, Sneyder Pinilla, en entrevista con SEMANA.
Desde el pasado jueves 2 de mayo, cuando el exfuncionario habló con este medio, no se ha quedado callado y desde ya, en sus primeras asistencias a la Fiscalía, se empieza a anunciar todo lo que podría llegar a destapar de la corrupción que se generó en la entidad para presuntamente beneficiar las reformas sociales del Gobierno Petro en el Congreso de la República.
Después de varias horas de reunión en la Fiscalía durante la última semana, donde busca un principio de oportunidad con inmunidad total, Pinilla habló con SEMANA acerca del escándalo de corrupción que golpea al Gobierno Petro y al Congreso, y del cual es testigo estrella.
El exfuncionario lanzó una dura sentencia y dijo que lo que hasta el momento le ha contado al país es apenas una “untadita” de lo que tiene por destapar. La información es más grande, pero todo depende de la aprobación del principio de oportunidad, de garantizar su seguridad y la de su familia.
Aseguró que son más las personas vinculadas a esta investigación. Él se considera un pequeño eslabón de la cadena criminal de un concierto para delinquir que –aseguró– se gestó desde la UNGRD, y por eso hará todo lo posible para reparar al Estado y al país, no solo a través de sus declaraciones, sino con los recursos apropiados con los hechos de corrupción.
“No puede ser que solamente yo, que soy un eslabón de la cadena, caiga en este acto de corrupción y en este concierto para delinquir que hice como tal, cuando era funcionario de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo”, explicó Pinilla al terminar su reunión con la Fiscalía.
Pinilla aseguró que tiene un listado de nombres y cargos. Invitó a la Corte Suprema a escucharlo para entregar sus pruebas. Está convencido de no caer solo, que todos los implicados deben responderle al país, a los electores y a las comunidades que en La Guajira esperan la promesa del Gobierno.
Entre estos nombres, el exsubdirector de la entidad ya mencionó al presidente del Senado, Iván Name, y al de la Cámara de Representantes, Andrés Calle. A ellos se sumaría una lista de, por lo menos, 15 senadores y representantes a quienes les habrían entregado coimas a cambio de votar los proyectos a favor.
Sin embargo, lo que se dice en el Congreso es que su exjefe, Olmedo López, tendría una lista con 30 nombres más. Mientras no se esclarezca quiénes son, ha surgido la tesis de que una porción del Senado y la Cámara está impedida y el ambiente para la discusión de los proyectos se ha enrarecido.
Y es que definitivamente el ambiente político no está a favor del Gobierno Petro. Tras una semana de sesiones suspendidas en el Congreso por la falta de cuórum y de discusiones que se alargaron por tutelas y recusaciones, su agenda en el Legislativo está estancada y le quedan seis semanas para poderla aprobar porque, si no lo consigue, sus proyectos se hunden.
Convocar a sesiones extraordinarias para después del 20 de junio, fecha en la que termina la legislatura actual, es una carta que ya está sobre la mesa y que solo depende del anuncio oficial de la Casa de Nariño, pero ni las extras son un salvavidas certero, porque la realidad es que la agenda está congestionada y quien generó un embudo fue el propio Gobierno.
Pinilla entregó detalles de lo que denominó el “concierto para delinquir” en el que él y su exjefe, Olmedo López, el exdirector de la UNGRD, se convirtieron en protagonistas. Afirmó que López cumplía órdenes de alguien más, recibía órdenes de arriba.
“Él me daba las órdenes y yo las cumplía. Yo todo lo que hacía era por orden de él… Nunca le pregunté por qué motivo, él simplemente daba las órdenes y yo las cumplía”, dijo Pinilla, mientras contó que le pareció confuso el acto de perdón público de López al presidente Gustavo Petro.
Pinilla dijo que no entendió la extraña iniciativa de su exjefe, pero aclaró que sus casos son separados y cada quien “responde por su pellejo”. Por su lado, advirtió que mantiene su intención de colaborar con la justicia y de contar toda la verdad.
Dijo que irá “hasta el final”. “Yo no voy a echarme culpas que no son mías, voy hasta el final con la ayuda de Dios”, dijo el exfuncionario en entrevista con SEMANA, al asegurar que López cumplía órdenes de alguien más, no era una rueda suelta, “no se mandaba solo” en la UNGRD.
Redacción RS