La reciente muerte de un mecánico de motos en un accidente de tránsito ha encendido las alarmas, ya que la víctima aparentemente cometió una imprudencia mientras probaba el vehículo. Ciudadanos han confirmado que, en su afán por verificar la condición de las motos, los técnicos a menudo las prueban sin protección ni precaución, alcanzando altas velocidades en cortos tramos. Esta falta de prudencia no deja tiempo de reacción en caso de accidente, como ocurrió recientemente en la capital. Se hace un llamado a la prudencia y a que los administradores de talleres adviertan a sus empleados sobre estos peligros.