Ciudad del Vaticano, mayo de 2025.
La elección del nuevo pontífice ha marcado un capítulo inédito en la historia de la Iglesia católica. Con el nombre de León XIV, el cardenal Robert Francis Prevost, originario de Chicago (Estados Unidos) y con trayectoria pastoral en Perú, ha sido elegido como el nuevo Papa, sucediendo al fallecido Francisco.
La llegada del primer papa estadounidense al Vaticano ha despertado interés no solo por su origen, sino también por una decisión que marcaría un cambio frente a su antecesor: la posibilidad de recibir el salario que durante años el papa Francisco rechazó.
Según estimaciones citadas por la revista Fortune, el salario del Papa ronda los 30.000 euros mensuales, equivalentes a 33.800 dólares o cerca de 135 millones de pesos colombianos. Esto suma un ingreso anual de aproximadamente 405.600 dólares, cifra equiparable al salario del presidente de los Estados Unidos.
Durante su pontificado, el papa Francisco nunca cobró este dinero. Por el contrario, solicitó que se destinara a causas benéficas. Aunque todavía no se ha confirmado oficialmente, se presume que León XIV sí asumiría este ingreso, lo que ha generado diversas opiniones entre fieles y analistas del Vaticano.
Mientras algunos consideran legítimo que el Papa reciba una remuneración por su labor, otros destacan el contraste con el legado de austeridad y humildad que caracterizó al papa Francisco.
La comunidad católica ahora observa con atención el estilo de liderazgo que impondrá León XIV en esta nueva etapa para la Iglesia.
