Por primera vez, el Departamento de Transporte sanciona con una suma millonaria a una aerolínea, marcando un precedente en la regulación de la industria aérea.
El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) ha impuesto una multa de dos millones de dólares a JetBlue Airways por mantener retrasos crónicos en sus vuelos, perjudicando de manera sistemática a los pasajeros. La sanción, anunciada este viernes, es la más alta de su tipo y busca frenar prácticas que afectan la competitividad y la experiencia de los viajeros en el sector aéreo.
De acuerdo con el DOT, los vuelos con retrasos crónicos —definidos como aquellos que llegan tarde más del 50 % del tiempo durante un mes— violan las normativas de programación realista. Al menos la mitad de la multa será destinada a compensar a los pasajeros afectados en el próximo año.
“El comportamiento reiterado de mantener horarios irreales convierte la experiencia de volar en algo impredecible y frustrante para los viajeros. Con esta medida, dejamos claro que las aerolíneas deben cumplir con lo que prometen”, afirmó el secretario de Transporte saliente, Pete Buttigieg.
Además de la sanción, el DOT ha ordenado a JetBlue tomar medidas inmediatas para corregir estas demoras. También confirmó investigaciones abiertas contra otras aerolíneas, lo que apunta a un endurecimiento en la regulación aérea en Estados Unidos.
Un problema estructural en la industria
El caso de JetBlue pone en evidencia desafíos más amplios en la aviación comercial, que continúa ajustándose tras la pandemia. A pesar del repunte en la demanda, muchas aerolíneas, especialmente las de bajo costo, no han logrado estabilizar sus operaciones.
Sin embargo, el DOT sostiene que estas dificultades operativas no justifican prácticas que afectan a millones de pasajeros cada año. Según datos oficiales, las quejas por retrasos y cancelaciones representaron el 30 % de las reclamaciones de los viajeros en los últimos dos años, con problemas como la falta de compensaciones inmediatas y reembolsos como agravantes.
Organizaciones de defensa del consumidor han celebrado la medida como un avance hacia la rendición de cuentas en el sector. “Es un mensaje claro: no se tolerará que las aerolíneas ignoren las normas en detrimento de los pasajeros”, señaló un portavoz de uno de estos organismos.
JetBlue bajo presión
La aerolínea, por su parte, ha evitado pronunciarse en detalle sobre la sanción, limitándose a prometer mejoras operativas y cooperación con las autoridades. Sin embargo, expertos advierten que JetBlue deberá realizar ajustes profundos en su modelo de negocio para recuperar la confianza de los usuarios y evitar nuevas sanciones.
Un futuro incierto en la regulación aérea
La multa llega en un contexto de transición en la administración del DOT, con la llegada del presidente electo Donald Trump. Sean Duffy, excongresista y próximo secretario de Transporte, será clave para determinar el futuro de la regulación aérea, equilibrando la protección de los pasajeros y el crecimiento de la industria.
Un precedente para la industria
Este caso establece un precedente y envía un mensaje contundente: los retrasos crónicos y las cancelaciones recurrentes serán cada vez menos tolerados. Aunque las compensaciones anunciadas por el DOT ofrecen un alivio parcial para los pasajeros, el verdadero desafío será garantizar que las aerolíneas prioricen la puntualidad y el cumplimiento de sus compromisos.
La sanción no solo pone en alerta a JetBlue, sino a toda la industria aérea, que deberá adaptarse a estándares más estrictos para evitar futuras represalias regulatorias.

