El joven Rubén Darío Fernández Monroy, de 25 años, falleció este jueves 2 de enero en la Clínica La Samaritana, en Bogotá, tras complicaciones derivadas de una intoxicación masiva ocurrida en la Asamblea Nacional de Juventudes realizada en Ibagué en noviembre.
La asamblea, que tuvo lugar los días 22, 23 y 24 de noviembre en el Coliseo Mayor de Ibagué, reunió a cientos de jóvenes de todo el país, pero estuvo marcada por denuncias de desorganización, riñas y, especialmente, por el mal estado de los alimentos suministrados. Al evento asistió la vicepresidenta Francia Márquez, pero no el presidente Gustavo Petro, cuya ausencia generó controversia.
La tragedia de una madre
Elvia Monroy, madre de Rubén Darío, relató con dolor el calvario que vivió su hijo desde el evento. Según su testimonio, la intoxicación comenzó tras consumir pollo en la asamblea. “Nos dieron esa comida y enfermamos como el 70 % de los que comimos. Tuvimos vómito, diarrea, fiebre y hablábamos extraño, como si estuviéramos borrachos. Desde entonces mi hijo no volvió a ser el mismo”, recordó entre lágrimas.
Doña Elvia explicó que la salud de Rubén se deterioró rápidamente, desarrollando una falla multisistémica que terminó siendo fatal. Además, denunció que su hijo no recibió la atención médica adecuada durante su tratamiento en varias clínicas de Bogotá.
Denuncias por desorganización
La madre del joven también criticó duramente la logística del evento, señalando diferencias en el trato hacia los asistentes. “A unos los alojaron en hoteles y a otros en un coliseo. Los que estaban en los hoteles no tuvieron problemas, porque les prepararon la comida allí, pero los que estuvimos en el coliseo fuimos los afectados”, comentó.
Elvia Monroy hizo un llamado a las autoridades para que investiguen lo ocurrido y tomen medidas para evitar que algo similar se repita. “Si no son capaces de organizar un evento de esta magnitud, mejor no lo hagan. Mi hijo no estaría muerto si no hubiera asistido a esa asamblea”, afirmó.
Más casos bajo la lupa
La madre también alertó sobre otros jóvenes afectados que viven en regiones alejadas, donde el acceso a servicios médicos es limitado. Exigió justicia y medidas contundentes para evitar más víctimas.
La Asamblea Nacional de Juventudes, concebida como un espacio para discutir proyectos y propuestas juveniles, terminó convirtiéndose en una tragedia para muchas familias. Este caso pone en tela de juicio la planificación y responsabilidad de las instituciones organizadoras.

