El Gobierno del presidente Gustavo Petro sufrió un nuevo golpe político este miércoles, 18 de diciembre, al no lograr la aprobación de la Reforma a la Salud durante las sesiones extraordinarias convocadas en la Cámara de Representantes. La discusión, que se extendió por más de ocho horas, concluyó con el anuncio del presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, de aplazar el debate hasta febrero de 2025.
Avances parciales y críticas al proceso
De los 62 artículos que componen el proyecto de ley, solo 23 fueron aprobados durante las dos jornadas de debate realizadas el 17 y 18 de diciembre. Además, se sumaron 40 nuevos artículos que deberán discutirse el próximo año. La decisión de suspender el trámite contó con el aval de los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y del Interior, Juan Fernando Cristo.
«Se ha dicho que la reforma sería aprobada en tres días, y no es cierto. Hemos logrado consensos en 23 artículos gracias a mesas de trabajo previas. Sin embargo, aún quedan artículos sin consenso. Siguiendo las instrucciones del presidente Petro, el debate se retomará en febrero para continuar construyendo un proyecto que mejore la salud de los colombianos», declaró Salamanca al cerrar la sesión.
Reacciones de la oposición
La postergación fue celebrada como un triunfo por sectores de la oposición. Andrés Forero, representante del Centro Democrático, calificó el aplazamiento como «una nueva derrota» para el Gobierno. «Logramos resistir la presión. A pesar del decreto presidencial para sesionar el 19 de diciembre, el trámite legislativo quedó cerrado por este año. Los artículos más sensibles serán discutidos a partir de 2025, y eso es un logro importante para quienes defendemos una reforma responsable», aseguró Forero.
Escenario político para 2025
El aplazamiento de la reforma refleja las dificultades del Gobierno Petro para consolidar mayorías en el Congreso en temas clave. La discusión se reanudará en las sesiones ordinarias de febrero, pero la inclusión de nuevos artículos y la persistencia de desacuerdos auguran un debate complejo en el inicio del próximo año legislativo.
Con este revés, el futuro de la reforma queda en el aire, mientras el Gobierno busca alinear esfuerzos para avanzar en una propuesta que ha generado divisiones entre las bancadas y críticas de distintos sectores políticos.
