En medio de un clima político tenso, Álvaro Uribe Vélez ha emitido una respuesta contundente a las recientes acusaciones de Salvatore Mancuso, ex comandante paramilitar colombiano, quien vinculó al líder político Gustavo Petro con grupos criminales durante su testimonio ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Las declaraciones de Mancuso han desatado un intenso debate público y reacciones divididas en el ámbito político colombiano.
En su declaración, el ex presidente colombiano rechazó categóricamente las afirmaciones de Mancuso, calificándolas como infundadas y parte de una estrategia para desacreditar a líderes políticos contrarios a su visión. Uribe afirmó que dichas acusaciones son una afrenta a la honorabilidad de Petro y buscan desviar la atención de los verdaderos desafíos del país.
Este intercambio entre Uribe y Petro no solo ha captado la atención de la opinión pública, sino que también ha intensificado el debate sobre la veracidad de las declaraciones en un contexto marcado por la polarización política y los retos del proceso de paz en Colombia. Los partidarios de Uribe han respaldado sus afirmaciones, mientras que los seguidores de Petro han rechazado cualquier implicación con actividades criminales, subrayando la importancia de la transparencia y la verdad en la esfera pública.