MARÍA RUEDA
El gasto en pauta del gobierno Petro se calcula en $ 100.000 millones anuales.
Es notable que el Presidente Gustavo Petro haya hecho trizas el concepto institucional de las alocuciones presidenciales, cuyo propósito es utilizar los canales de la TV para comunicarle algo de trascendencia al país. Pero jamás se han utilizado abusivamente para hacer agitación y/o proselitismo político personal, retransmitiendo una larguísima intervención de Petro en el municipio de Chicoral, que más parecía el montaje de una coreografía que una intervención espontánea de un grupo de campesinos ávidos de soluciones. Pero de eso nada: se trató de divagaciones literarias e ideológicas que abarcaron casi 40 temas distintos en horario triple A, entre 7 y 8 de la noche, obligando a los canales privados a desplazar sus horarios, con las pérdidas económicas que ello conlleva.
La arenga de Petro convocando a la movilización campesina para presionar al Congreso y a las altas cortes para que les den luz verde a sus reformas y proyectos estuvo plagada, como es usual, de mentiras y calumnias tipo Trump.
Los datos históricos indican que en 1970 Misael Pastrana, siendo presidente, no pudo haber inaugurado el narcotráfico en Colombia cuando la familia Dávila ni siquiera había enviado su primer embarque de marihuana desde Santa Marta. Apenas comenzábamos a ver el fenómeno entre ‘hippies’ de California o en películas como la famosa ‘Easy Rider’, con Peter Fonda. El fenómeno Pablo Escobar empezó 13 años después.
Así que, ni Misael Pastrana acabó con la agricultura ni su hijo Andrés con la industria, como asegura Petro. Y, desde luego, Andrés no conoce a ‘Papá Pitufo’.
Y de ser cierto que Petro ordenó que su campaña le devolviera el aporte de los 500 millones a ‘Pitufo’ vía su emisario, el catalán Xavier Vendrell, un presidente honesto lo habría apartado inmediatamente de sus asesorías con el Gobierno porque si la plata era de tan mal origen que había que devolverla, Vendrell andaba en malas compañías. Sin embargo, el catalán siguió como si nada, merodeando por los círculos de Palacio, quién sabe haciendo qué tipo de negocios; al punto de que se les vio muy íntimos con Benedetti cuchicheando en un rincón del Palacio de Nariño en las postrimerías del catastrófico consejo de ministros que dejó a Petro temporalmente sin buena parte de la plana mayor de sus ministros.
Un mandatario con semejante andamiaje de bodegas virtuales no es ningún viudo mediático
Temporalmente, digo, porque confirmado Benedetti como ministro del Interior, ya dicen que es muy exitoso porque logró que las pelanduscas que existen en todos los partidos se reunieran con él en Palacio a cuadrar una “mayor participación política en el Gobierno”, la cual exigen para apoyar legislativamente a Benedetti. Y sus cuotas comenzaron a aparecer entre las nuevas caras del equipo de Palacio.
Petro no se las puede dar de viudo mediático. No solo interrumpe la programación cuando le viene en gana, incluso esta vez exhibiendo una bandera del Eme que lo promociona como presidente 26-30, lo cual él encontró muy gracioso a pesar de que está constitucionalmente prohibido. Pero además los colombianos le sufragamos el periódico ‘Vida’, donde Petro se hace autoentrevistas; también sostenemos a RTVC, parlante permanente de él y de su gobierno. Y como si fuera poco, hace un par de semanas ‘El Nuevo Siglo’ confirmó que, según sus fuentes, “27 influenciadores petristas “están contratados para impactar a 28,5 millones de seguidores; que existen cuentas, sin titular conocido, con más de 400.000 seguidores, cuya misión es hablar a favor del Gobierno; que se unificó el sistema de medios públicos y se le dispuso un presupuesto de $ 385.000 millones al año, el más alto que se haya visto” en gobierno alguno. Y que el gasto en pauta del gobierno Petro se calcula en $ 100.000 millones anuales. Aquí aparece nuevamente el útil señor Xavier Vendrell, quien “con el grupo Activistas por el Cambio consolidan 83.000 replicadores que sirven para pasar de lo digital a las calles”. Es decir, agitar. ¿Cuál será el feliz recomendado de una de esas pelanduscas de los partidos que se llevará el premio de ser el nuevo Mintic, donde dizque se inventaron el programa Ciberpaz, “en el que se gastaron 14.000 millones para convocar gente del común que hable bien de Petro, logrando sensibilizar a 1’024.000 colombianos el año pasado?”.
Un mandatario con semejante andamiaje de bodegas virtuales no es ningún viudo mediático. En ellas se ve que influye mucho el catalán de marras, el mismo del dinero de dudosa procedencia de quien se dice se habría pagado 50 millones propiedad de ‘Papá Pitufo’ por la derecha. Para Petro todo esto es culpa de la “ingenuidad de Vendrell”, que no conoce tanto al país. Pero sí sabe de dónde se obtienen millones de manera fácil y rápida. Ingenuos, nosotros…
MARÍA ISABEL RUEDA
