Por Vicky Dávila
El periodismo, más que una profesión, es una misión de vida. Así lo ha demostrado Vicky Dávila, quien se despide de Semana con una emotiva carta dirigida a los colombianos. Su trayectoria de 33 años en los medios de comunicación ha sido una mezcla de pasión, retos, aprendizajes y compromiso inquebrantable con la verdad.
“He llegado hasta aquí gracias a muchos y, a pesar de unos pocos. Cumplo mi palabra y estoy lista para encarar una nueva etapa de mi vida”, escribió Dávila, recordando los principios que heredó de sus padres: confianza, valores y trabajo duro, esenciales para alcanzar sus sueños como periodista.
Desde niña, Dávila supo que quería contar historias. Con dedicación y esfuerzo, superó adversidades y construyó una carrera que la llevó a convertirse en una de las voces más influyentes del periodismo colombiano. Su amor por la profesión surgió al comprender que “ni la mentira mejor contada supera una escueta verdad”.
A sus 51 años, asegura que no tiene resentimientos, pese a los ataques y críticas recibidos. “La verdad siempre le gana a la mentira, y el amor vence al odio”, afirmó, destacando su convicción de que Colombia solo podrá sanar dejando atrás rencores y egoísmos.
Testigo de la historia de Colombia
Dávila ha sido testigo de los momentos más significativos y dolorosos del país. Estuvo en el Eje Cafetero tras el terremoto de 1999, reportando entre los escombros junto a las víctimas. Cubrió los horrores de la guerra, incluyendo el secuestro de Íngrid Betancourt y las masacres perpetradas por grupos armados ilegales. También denunció la creciente corrupción asociada al narcotráfico, que calificó como un “monstruo de siete cabezas”.
En su trayectoria, ha vivido alegrías junto a los colombianos, como los triunfos de deportistas como Nairo Quintana, Egan Bernal y Rigoberto Urán, y los éxitos internacionales de artistas como Shakira y Karol G. Sin embargo, también ha presenciado el sufrimiento de comunidades abandonadas y sometidas por la violencia.
Reflexiones sobre el periodismo y la política
Para Dávila, ser periodista no es tener amigos o enemigos; es buscar la verdad y exponerla, aunque tenga consecuencias. “La noticia siempre será más importante que cualquier interés personal”, asegura. En su carta, también reflexiona sobre la relación entre los gobiernos y el conflicto armado, señalando que, aunque todos han tenido buenas intenciones, la impunidad y el rencor siguen siendo obstáculos para el progreso del país.
Con el estilo frontal que la caracteriza, Dávila enfatizó la importancia de enfrentar el crimen con determinación y de no abandonar a las comunidades más vulnerables. Asimismo, criticó la instrumentalización de los pobres para fines políticos.
Gratitud y legado
En su despedida, Dávila agradeció a quienes la han apoyado y criticado a lo largo de su carrera. Reconoció el papel fundamental de su familia, a quienes considera su mayor fortaleza y motor. “Nunca he dejado de ser lo que soy, y no quiero dejar de serlo”, concluyó, reafirmando su compromiso con la ética y la excelencia en el ejercicio periodístico.
Con esta carta, Vicky Dávila cierra un capítulo en Semana y abre uno nuevo en su carrera, dejando claro que seguirá buscando la verdad y dándole voz a quienes no la tienen.
Vicky Dávila