El recluso cometió una masacre en un club de ‘striptease’ en Estados Unidos.
Richard Lee Tabler, de 46 años, admitió haber asesinado al gerente de un club de striptease y a tres personas más hace 20 años, tiempo en prisión que le ayudó a “reencontrarse con Dios” y, finalmente, arrepentirse del daño causado a las familias.
El preso, arrepentido, decidió pedirles perdón a los allegados de sus víctimas y dijo que había encontrado a Dios durante las dos décadas que pasó tras las rejas.
“No tenía derecho a quitarles a sus seres queridos, y pido y rezo, espero y rezo para que un día encuentren en sus corazones el perdón por esas acciones”, dijo Tabler atado a la camilla de la cámara de ejecución, mirando a los familiares de sus víctimas que observaban a través de una ventana a unos pocos pies de distancia.
“Ninguna de mis disculpas les devolverá sus favores”, dijo el hombre según narra Fox News.
El hombre también dijo a los familiares de las víctimas que no pasaba un día sin que se arrepintiera de sus acciones y agradeció a los funcionarios de la prisión por su compasión y por demostrar que podía “cambiar y convertirse en un mejor hombre y rehabilitarse”.
El hombre aseguró que esta era una nueva oportunidad para comenzar “una nueva vida” en el cielo, e incluso le dijo al director de la penitenciaría estatal: “Estoy acabado”, y cuando las drogas comenzaron a entrar en su cuerpo, volvió a murmurar: “Lo siento”.
Tabler comenzó entonces a respirar rápidamente. Después de una docena de respiraciones, todo movimiento se detuvo.
Tabler disparó y mató a Mohammed-Amine Rahmouni, de 28 años, y a Haitham Zayed, de 25, en una zona remota cerca de Killeen, en el centro de Texas, el Día de Acción de Gracias de 2004, después de atraerlos allí con la falsa excusa de comprar un equipo estéreo robado, según el NY Post.
Rahmouni era copropietario de un club llamado TeaZers y los dos se habían peleado.
Los investigadores dijeron que Rahmouni supuestamente dijo que podía “eliminar” a la familia de Tabler por 10 dólares.
Pasadas 48 horas, Tabler abrió fuego y acabó con la vida de Tiffany Loraine Dotson, una bailarina de 18 años que trabajaba en el club y con quien afirmó haber mantenido una relación. En el incidente también resultó asesinada otra bailarina, Amanda Benefield, de 16 años.
Tabler fue hallado culpable del homicidio de los dos hombres y condenado a la pena capital. Debido a esta sentencia, los fiscales no consideraron necesario proceder con los cargos por el asesinato de las jóvenes, según declaró a USA Today Paul McWilliams, quien llevó el caso contra Tabler hace casi veinte años.
