José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), criticó severamente al alcalde de Duitama, José Luis Bohórquez, después de que este ordenara la destrucción de la estatua del torero César Rincón. Lafaurie calificó al alcalde de «don nadie» que buscaba fama a través de la humillación de Rincón, un icono colombiano reconocido por su contribución al mundo de la tauromaquia. Según Lafaurie, la acción del alcalde no solo fue un ataque a Rincón, sino también a una parte significativa de la cultura y tradición colombiana.
El incidente se produjo en un contexto de creciente oposición a las corridas de toros en Colombia. José Luis Bohórquez justificó su decisión como un acto de justicia y un paso hacia el avance de los derechos de los animales. Sin embargo, la manera abrupta y violenta en que se llevó a cabo la remoción de la estatua generó controversia y rechazo de varios sectores.
Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, también se pronunció al respecto, criticando la forma en que se ejecutó la demolición de la estatua. Aunque Bolívar está a favor de prohibir las corridas de toros, no aprobó la manera agresiva y humillante con que se actuó contra la figura de César Rincón.
Lafaurie, en su vehemente defensa del torero, subrayó que Rincón ha sido un embajador cultural para Colombia, llevando su arte y talento a nivel internacional sin recurrir a la violencia. También destacó la importancia de respetar las diferentes manifestaciones culturales del país, incluso aquellas que son objeto de debate y controversia.
El debate sobre las corridas de toros y la preservación de tradiciones culturales sigue siendo un tema polarizador en Colombia. La acción del alcalde Bohórquez, aunque celebrada por activistas de derechos de los animales, ha generado una fuerte respuesta de defensores de la tauromaquia y figuras públicas que ven en estos actos una falta de respeto a la historia y a personajes emblemáticos como César Rincón.
