La increíble historia de Althia Bryden, una mujer londinense de 58 años, ha generado asombro en todo el mundo. Tras sufrir un derrame cerebral el 4 de mayo de 2024, Bryden despertó con un marcado acento italiano, a pesar de nunca haber visitado Italia ni tener contacto significativo con el idioma o la cultura del país.
La sorprendente transformación comenzó durante su recuperación. Inicialmente, la mujer no podía sentir la parte superior derecha de su cuerpo ni hablar. Según relató al medio Lad Bible, fue sometida a una cirugía en agosto para extirpar una membrana carotídea en el cuello, que había causado el derrame. Tres meses después, cuando finalmente recuperó la capacidad de hablar, tanto ella como su equipo médico quedaron perplejos: su voz ya no sonaba británica, sino italiana.
“De repente, empecé a hablar y la enfermera se quedó tan sorprendida como yo. Recuerdo pensar: ‘¿Quién está hablando?’”, relató Bryden en entrevista con PA Real Life. La enfermera, atónita, llamó a sus colegas para que presenciaran lo que estaba ocurriendo. «Nadie podía creerlo. Cuanto más hablaba, más confundidos estábamos todos», agregó.
Además de su voz, Bryden ha comenzado a adoptar gestos y expresiones que parecen propios de la cultura italiana. Los médicos finalmente diagnosticaron el caso como Síndrome de Acento Extranjero (SAE), una rara afección neurológica. Según el portal especializado Elsevier, este trastorno motor del habla provoca que la pronunciación de una persona sea percibida como extranjera por quienes comparten su lengua nativa. El SAE, aunque extremadamente raro, suele ser consecuencia de daños cerebrales.
“Antes no hablaba como la Reina Isabel II, pero definitivamente sonaba británica”, explicó Bryden, quien creció en Londres y tiene raíces jamaicanas. “Ahora, todo es diferente. Mi voz, mi risa, incluso mi lenguaje corporal. Me siento como si estuviera interpretando un personaje que no soy yo”.
La experiencia ha sido profundamente desconcertante para Bryden. Compartió su historia en redes sociales con la esperanza de crear conciencia sobre esta extraña condición. “Es triste porque la gente ya no me reconoce como mi yo original, y a veces ni siquiera yo misma sé quién soy”.
A pesar de lo inusual y desafiante de su situación, Althia Bryden busca encontrarle sentido a su nueva realidad y espera que su caso inspire más investigación sobre el Síndrome de Acento Extranjero.
