Análisis: Levantamiento del Paro Camionero en Colombia y el Futuro del Subsidio al Diésel
El reciente levantamiento del paro camionero en Colombia, aunque fue un alivio para muchos sectores económicos afectados por los bloqueos, no resolvió el problema de fondo: el subsidio al diésel. Este sigue siendo una «bomba de tiempo» que el gobierno de Gustavo Petro no ha logrado desactivar por completo.
Durante su campaña, Petro prometió no aumentar el precio del diésel, pero las circunstancias fiscales, particularmente el creciente déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), lo forzaron a incumplir esa promesa. Según los cálculos oficiales, el déficit heredado del gobierno anterior, junto con el acumulado durante su mandato, asciende a 50 billones de pesos, lo que representa una carga insostenible para las finanzas públicas.
El intento inicial de Petro por aumentar el precio del diésel fue frenado debido a las protestas de los transportadores, quienes paralizaron al país durante cuatro días. Esta protesta reveló la fragilidad del sector y la dependencia económica del subsidio al diésel. La negociación resultante permitió una subida mucho menor a la inicialmente planeada: en lugar de un aumento de 1.904 pesos por galón, el alza se limitó a 800 pesos, con la promesa de congelar futuras subidas hasta que se definan procesos de transformación del sector.
Sin embargo, esta solución temporal no es suficiente para cerrar el déficit del FEPC. Los expertos advierten que el déficit podría mantenerse en niveles insostenibles, afectando la estabilidad macroeconómica del país. Los cálculos indican que, sin ajustes adicionales, el gobierno gastaría 2,6 billones de pesos entre septiembre y diciembre de 2024, lo que sigue siendo un costo elevado para las arcas del Estado.
Además, persiste la incertidumbre sobre cómo se trasladará el incremento del diésel a las tarifas de transporte, un tema que los camioneros han puesto sobre la mesa. El riesgo de una nueva protesta camionera sigue latente si las medidas acordadas no se implementan de manera efectiva y si no se logra un equilibrio en el sector.
En resumen, aunque el paro camionero fue levantado, el subsidio al diésel sigue siendo un desafío para el gobierno de Petro. Sin una solución estructural, este problema podría resurgir, poniendo en riesgo la estabilidad económica y social del país en los próximos meses.
