El exjefe del Cartel de Cali, Miguel Rodríguez Orejuela, envió una carta al presidente Gustavo Petro solicitando ser considerado gestor de paz. La misiva, firmada en abril y dada a conocer este viernes 20 de diciembre, ha generado revuelo político y social por su contenido y contexto histórico.
En su comunicación, Rodríguez Orejuela asegura tener mucho que aportar sobre lo que califica como “la época más aciaga, oscura y sangrienta de nuestra historia”. El exnarcotraficante, condenado a 30 años de prisión por narcotráfico, subraya su intención de contribuir a la construcción de la verdad sobre el conflicto armado que devastó al país durante décadas.
Un pasado marcado por el narcoterrorismo
Rodríguez Orejuela evoca en su carta los años de enfrentamientos entre carteles, describiendo el impacto que tuvieron en la población civil, la Fuerza Pública y figuras públicas. “Con ataques despiadados a personalidades de la política, la justicia, el periodismo, y peor aún, a civiles inocentes”, señala, refiriéndose a crímenes emblemáticos como los asesinatos de Luis Carlos Galán, Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo y Álvaro Gómez Hurtado.
El excapo también menciona actos terroristas como el atentado contra el vuelo 203 de Avianca en 1989, que dejó 107 víctimas mortales, y los secuestros de figuras como Andrés Pastrana, Francisco Santos y Diana Turbay, cuyo cautiverio terminó en tragedia. “Nos tocó enfrentar durante largos seis años una guerra a muerte con quienes se convirtieron en los pioneros del narcoterrorismo”, afirma en su escrito.
«Solo quiero poder contar mi verdad»
Uno de los puntos centrales de la carta es el compromiso del exnarcotraficante con la verdad. “Solo quiero poder contar mi verdad sin odios ni revanchas, así poder alcanzar el perdón Divino, porque a la sociedad ya le estoy pagando por mis errores”, manifiesta.
A sus 80 años y tras 29 de ellos en prisión, Rodríguez Orejuela asegura que ha decidido romper su silencio, convencido de que las nuevas generaciones merecen un país basado en la verdad. “Estoy dispuesto a contribuir en función de la paz”, escribe desde su celda en Estados Unidos, a donde fue extraditado en 2006.
Silencio en la Casa de Nariño
A pesar de la trascendencia del mensaje, el presidente Gustavo Petro aún no ha tomado una decisión respecto a la petición de Rodríguez Orejuela. La propuesta del excapo reabre el debate sobre el papel de los antiguos líderes del narcotráfico en los procesos de paz y reconciliación nacional.
Esta carta, cargada de reflexiones sobre el pasado y propuestas para el futuro, deja en manos del Gobierno una decisión compleja que podría marcar un nuevo capítulo en la historia de Colombia.