Alba Rocío Romero García y Hector Manuel Balaguera renunciaron a su aspiración a la gobernación de Casanare. La razón: supuestos acuerdos programáticos con el candidato de Alianza Verde César Augusto Ortiz Zorro y coincidencias ideológicas entre las partes. Aunque en política no nos debe sorprender este tipo de hechos, si es evidente e indiscutible el oportunismo de los candidatos adhirientes. Se arrimaron al árbol que, según sus cuentas, esta proyectando mejor sombra. Tanto la una como el otro, luego de dos meses de actividad proselitista, registran ridículos niveles de intención de voto en las encuestas. Prácticamente son fantasmas electorales. La contienda se ha polarizado en dos candidatos: Marisela Duarte Rodriguez y César Zorro. Por lo tanto Romero y Balaguera, ni tontos que fueran decidieron subirse a uno de los dos trenes ganadores.
Como impacto mediático la noticia causa efecto. Ahora, vaya uno a saber si en la urnas habrá un número medianamente decente de ciudadanos que acaten la «orden» -de Romero y Balaguera- de votar por el Zorro. El mismo análisis cabe si se hubiesen adherido a Marisela.
Lo de Alba Rocío y Héctor Manuel demuestra con creces aquello de que «sólo los imbéciles no cambian de opinión». En DF ambos, inflado el pecho y firme la voz, aseguraron «no vamos adherir. Vamos hasta el final.» ¡Pamplinas!