El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reveló que la niña Valeria Afanador, de 10 años, falleció por ahogamiento (sumersión en medio líquido) y no presenta signos de violencia física ni abuso sexual.
Valeria desapareció el 12 de agosto en el colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, en Cajicá, y su cuerpo fue hallado 18 días después cerca del río Frío, a unos 300 metros de la institución educativa. Según el dictamen, los cambios cadavéricos coinciden con la fecha de desaparición, lo que indicaría que la menor murió pocas horas después de haber salido del colegio.
El informe también señala que la niña aspiró e ingirió agua y residuos pantanosos, hallados en su estómago y vías respiratorias, lo que confirma la causa de muerte por ahogamiento. Medicina Legal indicó que las prendas estaban intactas, sin desgarros ni signos de agresión.
Reacciones al dictamen
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, expresó preocupación por los vacíos en la reconstrucción de los hechos, al subrayar que la menor falleció poco después de desaparecer. Confirmó que se adelanta un proceso administrativo sancionatorio contra el colegio para establecer si existieron fallas en el deber de protección.
Por su parte, el padre de Valeria sostuvo que su hija “no salió sola del colegio”, mientras el abogado de la familia, Julián Quintana, aseguró que no permitirán que este caso quede en la impunidad.
La Procuraduría General de la Nación también pidió celeridad a la Fiscalía y a la Policía en las investigaciones para esclarecer cómo la menor logró salir de la institución y terminar cerca del afluente.
