El joven relató todo lo que ocurrió el día del atentado antes de que dispararan contra al precandidato presidencial del Centro Democrático.
Poco a poco se siguen conociendo detalles de cómo se planeó el atentado en contra de Miguel Uribe Turbay, quien falleció el pasado 11 de agosto. SEMANA conoció en exclusiva el testimonio que entregó el menor de 15 años que le disparó al senador.
El joven habló de cómo se dio todo y, entre otras cosas, reveló la forma en la que lo contactaron y si es verdad que le pagaron, ya que hasta el momento se había dicho que le habían prometido dinero.
El adolescente explicó que un día antes del crimen, a través de Facebook, le escribió Jhorman David Mora Silva, conocido como El Caleño. Según contó, los dos se conocieron en una fiesta e incluso él lo dejó quedar en su casa en una ocasión.
“Me dijo: ‘Le tengo un trabajo con las firmas’. Yo le dije: ‘¿Cómo así?’. Me dijo: ‘Todo bien que eso lo cuadramos mañana, páseme su número para poder contactarlo’“, relató.
Después, alias El Caleño lo llamó y ahí estuvieron hablando hasta altas horas de la noche. Entre otras cosas, le pidió que estuviera listo antes de las 3:00 de la tarde, pero nunca le explicó cuál era el trabajo que tenía que hacer, aunque le mencionó que tenía que irse bien vestido.
Finalmente, llegó el día y, según señaló el joven que disparó, tenía un presentimiento de que era algo raro, por lo que se despidió de su novia y le pidió a un amigo suyo que la cuidara si algo le llegaba a pasar.
El Caleño, de acuerdo con el testimonio conocido por SEMANA, le pidió que eliminara todas las conversaciones y llamadas que habían tenido. “Yo le escribí a mi pareja y le dije que la amaba, que cualquier cosa siempre iba a estar para ella”, relató.
Posteriormente, le enviaron una moto a través de una aplicación de transporte y esta lo llevó hasta el barrio Modelia, donde iba a dispararle al senador del Centro Democrático.

Pocos minutos después fue cuando tuvo el primer contacto con Elder José Arteaga Hernández, conocido como El Costeño. Este lo llamó al celular y le dio las indicaciones para que llegara hasta el carro en donde, según mencionó, estaba el conductor solamente.
Segundos después de subirse, El Costeño hizo lo mismo con alias Gabriela y fue la primera vez que se vieron frente a frente. Ahí dentro del vehículo le mostraron una foto de Miguel Uribe y le dijeron que lo tenía que dispararle. Segundos después, le entregaron el arma.
En un principio, según relató, cuestionó que nunca le informaron que tenía que matar a alguien, fue entonces cuando recibió la primera amenaza del Costeño. “Me dijo: ‘Usted ya no se puede retractar, a menos de que quiera que su familia esté en riesgo y usted también’”, comentó.
Tras esto, le alistaron la pistola y le reiteraron que tenía que dispararle todo el cargador al precandidato presidencial. Además, le aseguraron que policías y el esquema de seguridad estaban comprados y le iban a dar cinco minutos para huir de la escena del crimen.
Pese a lo que se ha dicho desde ese momento, un dato muy importante del relato del joven es que aseguró que nunca le ofrecieron dinero, sino que lo amenazaron con que tenía que llevar a cabo el crimen.
“A mí plata ni me dieron, solo me dijeron que lo tenía que hacer o que a mí y a mi familia nos iba a pasar algo”, sostuvo.
Este testimonio ha sido muy importante a lo largo de las investigaciones, hasta el punto que ha ayudado a identificar a los involucrados en el crimen y a trazar una línea que apunta a que detrás de todo están las disidencias de las Farc.














