La sorpresiva salida de Angie Rodríguez de la dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) abrió un nuevo capítulo de inestabilidad dentro del Gobierno de Gustavo Petro. La ahora exfuncionaria, quien durante meses fue considerada una de las personas de mayor confianza del mandatario, habría dejado el cargo tras negarse a nombrar a José Alexis Mahecha en un alto puesto de la ITRC, adscrita al Ministerio de Hacienda.
El episodio, lejos de ser un simple relevo administrativo, ha encendido múltiples alertas. Rodríguez denunció públicamente que su vivienda y la de sus familiares fueron irrumpidas por hombres encapuchados que no se llevaron objetos de valor, pero sí elementos personales y simbólicos, como una alcancía de su hijo. Según ella, estos hechos podrían ser utilizados para un montaje. Las preguntas son inevitables: ¿quién está detrás de estas intimidaciones? ¿Qué buscan que Rodríguez calle?
Una de las hipótesis más fuertes apunta al Fondo de Adaptación, entidad que Rodríguez manejaba por encargo y que mueve millonarios recursos. La propia exdirectora sugirió que su salida podría estar relacionada con hallazgos o información sensible dentro de esta entidad. ¿Qué encontró allí? ¿Por qué habría generado tanta molestia dentro del círculo cercano al presidente?
Las tensiones también habrían escalado con funcionarios que ella misma ayudó a llevar a la Casa de Nariño, entre ellos José Raúl Moreno, actual jefe de despacho, cuya relación con Rodríguez, se quebró recientemente.
Mientras el presidente Petro guarda silencio frente al distanciamiento con su exmano derecha, varios altos funcionarios le han expresado respaldo público, entre ellos el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien aseguró que defenderá a Rodríguez “a capa y espada”, además de mensajes de apoyo del ministro del Trabajo, Antonio Sanguino; el secretario de Transparencia, Andrés Idárraga, y la defensora del Pueblo, Iris Marín.
No se descarta que Rodríguez termine en un cargo diplomático, tal como ocurrió con Laura Sarabia, otra figura clave del círculo presidencial que salió en medio de disputas internas, pero terminó como embajadora en Reino Unido.
Sin embargo, versiones recientes indican que Rodríguez no estaría dispuesta a dejar el cargo tan fácilmente: se habla de nombramientos de última hora y posibles obstáculos a la actual funcionaria encargada, a quien —según las denuncias internas— no le estaría entregando la información necesaria para asumir plenamente.
Lo cierto es que su salida deja más preguntas que respuestas y se suma a la ya larga lista de turbulencias políticas que atraviesa el Gobierno Petro.
