La Cámara de Representantes aprobó, en cuarto debate, el acto legislativo que busca legalizar el transfuguismo político en Colombia. Esta reforma permitirá que congresistas y otros miembros de corporaciones públicas puedan cambiar de partido sin incurrir en doble militancia, un tema que ha generado amplio debate en el ámbito político.
A solo dos horas de finalizar el periodo de sesiones ordinarias del Congreso, el proyecto superó un momento crítico. La aprobación de la Cámara garantiza que la iniciativa continúe su trámite legislativo el próximo año, cuando deberá surtir su segunda vuelta, consistente en cuatro debates más entre Senado y Cámara.
Un trámite contrarreloj
Para que el proyecto siguiera adelante, era imprescindible que la Cámara aprobara el texto sin modificaciones respecto al avalado previamente por el Senado. Cualquier cambio habría obligado a una conciliación que, debido a la falta de tiempo, habría puesto en riesgo la viabilidad de la reforma. Por esta razón, se presentaron varias proposiciones que permitieron salvar el acto legislativo en su estado actual.
Limitaciones y acuerdos pendientes
El congresista Carlos Ardila, ponente del proyecto, señaló que se acordó aplazar la discusión de ciertos puntos clave, como la limitación temporal para cambiar de partido y la inclusión del voto obligatorio. Según Ardila, el acuerdo actual permite el transfuguismo hasta 30 días antes de la inscripción de candidaturas y sin la necesidad de renunciar a la curul, en contraste con la norma vigente, que exige 12 meses de anticipación y la renuncia al escaño.
“El acuerdo construido se limita al transfuguismo en términos básicos, dejando temas más complejos para la segunda vuelta. Por ahora, se mantiene la línea definida por el Senado respecto a movimientos y grupos significativos de ciudadanos: podrán inscribir candidatos hasta un mes antes, sin mayor discusión”, explicó el congresista liberal.
Una segunda vuelta con retos mayores
Ardila advirtió que los debates pendientes en 2025 serán mucho más complejos y disputados. “Logramos la aprobación por un margen muy estrecho. La segunda vuelta será un desafío aún mayor”, reconoció.
El proyecto deberá avanzar entre el 16 de marzo y el 20 de junio de 2025. Durante este periodo, pasará por la Comisión Primera del Senado y su plenaria, para luego repetir el proceso en la Cámara de Representantes. En cada etapa, será necesario alcanzar una mayoría calificada: la mitad más uno de los integrantes de cada célula legislativa. Si no supera este trámite en el plazo establecido, la reforma quedará archivada.
Este acto legislativo promete seguir siendo uno de los temas más controvertidos y decisivos en el panorama político del próximo año.
