Bancolombia fue el primero en llegar, le siguió Sarmiento Angulo y por último Davivienda de la familia Cortés y entre los 3 controlan el 52% del sistema financiero.
Desde comienzos del 2000 los bancos colombianos tuvieron a Centroamérica en la mira como escenario de expansión. Compras e inversiones multimillonarias se pusieron a la orden del día a tal punto que, según el Banco de la República, entre el 2006 y el 2012 las instituciones financieras pasaron de tener 29 subordinadas en el exterior a 163. El incremento de la inversión en Centroamérica superó la de Estados Unidos, según la Cepal.
Fue Bancolombia entonces en cabeza de Jorge Londoño, el primero en concretar su presencia en El Salvador con la compra en el 2006 del Banco Agrícola. Este había sido fundado en 1955 por Luis Escalante Arce junto a 24 accionistas, un millón de colones y 14 empleados que empezaron a trabajar en la Quinta Avenida Sur No. 124 de San Salvador. Treinta años después ya tenía sucursales a lo largo y ancho del país, y Antonio Baldocchi, un emblema empresarial del país, en 1992 había llegado como presidente y lo había puesto en la era tecnológica, con e-banca, página web y servicios electrónicos.
En 2007 se realizó la compra por una cifra de alrededor de USD 900 millones con un millón de clientes y el 29 % de los créditos y ahorros del mercado. Bancolombia mantuvo su nombre, el Banco Agrícola, la razón social es Bancoagrícola. Hoy tiene 1,4 millones de clientes y 1.600 puntos de atención en todo el país, donde ofrece servicios de banca personal, comercial, corporativa y minorista. Su liderazgo es indiscutido. Es primero en activos, en préstamos, en depósitos, ingresos y utilidades. Los indicadores a diciembre 31 del 2023 mostraban que tiene el 24,10 % de los activos de todo el sistema, y que las utilidades de USD 120,67 millones representaron el 38,51 % del total.
La calificadora de riesgo Fitch Ratings le dio el 28 de septiembre pasado a la subsidiaria de Bancolombia cuyo presidente es Juan Carlos Mora Uribe desde el 2016 , una calificación AAA estable y entre sus consideraciones anotó “las clasificaciones nacionales de Agrícola están en el punto más alto de la escala nacional dada la fortaleza crediticia relativa de Bancolombia respecto a otros emisores clasificados en El Salvador”. Y destacó que la cartera morosa superior a 90 días es de 1,2 %, la calidad de activos cuya cobertura de reservas es del 231,3 % y la rentabilidad que supera de lejos la de los bancos locales.
Luis Carlos Sarmiento y el banco de las tarjetas de crédito
El segundo banquero en aterrizar en El Salvador fue Luis Carlos Sarmiento en 2010 con la decisión de comprar el Banco de América Central, el BAC Credomatic para darle un impulso a la internacionalización de Grupo Aval, que ya tenía presencia en Centroamérica con fíliales del Banco de Bogotá, de Occidente y Corficolombiana en Panamá. El negocio por USD 1.900 millones lo iba a hacer inicialmente Aval, pero finalmente la operación pasó a ser liderada por el Banco de Bogotá, a través de su compañía de leasing en Panamá. Los vendedores fueron General Electric Capital Global Banking (GE), de Estados Unidos que tenía el 75 % de las acciones, y el nicaragüense Carlos Pellas, uno de los hombres más ricos de la región.
El 9 de diciembre del 2010 el Grupo Aval se hizo a BAC Credomatic que opera en seis países centroamericanos y tiene una tradición de 50 años. Nació en 1952 como Banco de América Central en Managua, Nicaragua, y fue el precursor de lo que ahora se conoce como el Grupo BAC Credomatic, porque en los años 70, incursionó en el negocio de las tarjetas de crédito, bajo la marca Credomatic.
La presencia de BAC Credomatic El Salvador la expone Fitch Ratings en estos términos cuando otorgó la calificación AAA con perspectiva estable. “El desempeño de BAC destaca por su franquicia importante al ser el tercer banco más grande en El Salvador caracterizado por un perfil de negocios diversificado y alineado a su grupo, un apetito de riesgo prudente que ha derivado en una calidad de cartera buena y una rentabilidad adecuada que se refleja en una razón de créditos vencidos a créditos totales de 1.6%.”.
Davivienda y el banco que emitía los billetes
Davivienda del Grupo Empresarial Bolívar mayoritariamente de propiedad de la familia Cortés llegó a El Salvador el 23 de enero del 2012 y consolidó el Banco Davivienda Salvadoreño, un negocio que realizó el presidente de entonces Efráin Otero y hoy es el cuarto por su nivel de activos . En su historia financiera local siempre se destaca que fue uno de los primeros en fundarse en el país. Un banco público, pionero en el establecimiento y desarrollo del sistema financiero salvadoreño, el responsable de emitir los billetes de circulación nacional.
A principios de 2006 fue adquirido por el grupo Banistmo, pero estuvo en sus manos poco tiempo. A finales de ese año lo vendieron al grupo financiero internacional HSBC, cambiando su nombre a Banco HSBC Salvadoreño. Finalmente, en 2012, es adquirido por el Banco Davivienda, por USD 801 millones y se convirtió en Banco Davivienda Salvadoreño, S.A. o Davivienda El Salvador. Actualmente tiene 57 sucursales en todo el país, once cajas empresariales, doce bancas exprés, un centro hipotecario y 255 cajeros automáticos.
La sólida estructura de financiamiento de la entidad está respaldada por su también sólida franquicia de depósitos, buen acceso a diferentes opciones de financiamiento, junto con el apoyo ordinario y las sinergias con sus accionistas, dice Fitch Ratings. A junio de 2023, el banco ocupaba la cuarta posición por préstamos y depósitos en el sistema bancario, con cuotas de mercado del 14,9 % y 13,1%, respectivamente, dice la calificadora.
Entre los cuatro bancos de El Salvador solo uno, el Banco Cuscatlán no es colombiano. Su principal accionista es Imperia Intercontinental, del empresario hondureño Fredy Nasser quien compró en 2020 las acciones del canadiense Scotiabank en El Salvador por USD 250 millones. Los tres colombianos entre los 13 de El Salvador, controlan hoy el 52 % del sistema financiero, y lideran las carteras de crédito y depósitos.
El desembarco colombiano en Centroamérica se fundamentó en la clara estrategia de adquirir activos capitales locales y bancos extranjeros, tal como se puso en evidencia en El Salvador. La nación de 6,36 millones de habitantes reelige al presidente Bukele que sostiene su éxito en una política de seguridad con tasa de asesinatos de 8 por 100.00 habitantes. similar a la de Estados Unidos en 2022, pero con lunares que señalan organizaciones de Derechos Humanos, y un punto negro, el bitcoin que no cuajó.
El respaldo ciudadano es contundente, aunque en el plano económico apenas se empiecen a ver señales alentadoras, como un crecimiento del PIB de 3,6 % sen 2023, superior al pronosticado y al histórico de 2,5 %, y que los ingresos por turismo se han duplicado.
No obstante, para estas elecciones la pregunta no era si Bukele ganará. Sino por cuánto ganará, La aplanadora del presidente contabilizó el 85 % de los votos, tal como él mismo anunció antes de que las autoridades electorales lo hicieran.. Autodenominado “el dictador más ´cool´ del mundo” inicia su segundo mandato con todos los poderes que le confiere la mayoría absoluta del Congreso con 58 de 60 escaños para su partido Nuevas Ideas -según dijo Bukele-, la justicia, la fiscalía y el resto del aparato estatal.
Por encima de cualquier cuestionamiento, sobre todo en el tema de respeto a los derechos humanos frente al que han llamado la atención las organizaciones internacionales la señal para la economía es favorable y los banqueros son los primeros en aplaudirlo.
Redacción. B.R.