La apnea del sueño es un trastorno grave que interrumpe la respiración repetidamente durante el descanso nocturno, según explica el instituto de investigación Mayo Clinic. Esta afección ocurre porque, al dormir, los músculos del cuerpo se relajan, incluidos aquellos que mantienen la garganta abierta para permitir el paso del aire hacia los pulmones.
En condiciones normales, la garganta permanece lo suficientemente abierta durante el sueño, pero en algunas personas, esta se estrecha. Cuando los músculos de la parte superior de la garganta se relajan, los tejidos pueden colapsar y bloquear las vías respiratorias, provocando episodios de apnea, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Factores de riesgo
Algunos factores aumentan la probabilidad de desarrollar apnea del sueño:
Un maxilar inferior más corto que el superior.
Estructuras del paladar o vías respiratorias que colapsan fácilmente.
Lengua grande que puede obstruir la garganta.
Obesidad.
Amígdalas o adenoides grandes que bloquean las vías respiratorias.
Tipos de apnea del sueño
Existen tres formas principales de apnea del sueño:
1. Apnea obstructiva del sueño (AOS): Es la más común y se produce cuando los músculos de la garganta se relajan, bloqueando el flujo de aire.
2. Apnea central del sueño: Se origina cuando el cerebro no envía las señales correctas a los músculos encargados de la respiración.
3. Apnea compleja: Surge cuando una persona con apnea obstructiva, tratada con un dispositivo de presión positiva, desarrolla apnea central.
Síntomas a tener en cuenta
Los signos de la apnea obstructiva y central suelen coincidir, dificultando el diagnóstico. Entre los síntomas más comunes están:
Ronquidos fuertes.
Pausas en la respiración durante el sueño, observadas por otra persona.
Jadeos o sensación de asfixia al dormir.
Despertar con la boca seca.
Dolores de cabeza matutinos.
Insomnio.
Somnolencia diurna excesiva (hipersomnia).
Dificultades para concentrarse.
Irritabilidad.
Si presenta ronquidos intensos u otros síntomas, es importante acudir al médico, ya que no todas las personas con apnea del sueño roncan.
Opciones de tratamiento
El tratamiento busca mantener las vías respiratorias abiertas para garantizar una respiración constante durante el sueño. En casos leves, los cambios en el estilo de vida pueden ser efectivos, como evitar el consumo de alcohol o somníferos antes de acostarse, no dormir boca arriba y reducir el exceso de peso.
Para casos más graves, los dispositivos de presión positiva continua (CPAP) son considerados la opción más efectiva para tratar la apnea obstructiva del sueño, según los especialistas.
Actuar a tiempo es clave para prevenir complicaciones y garantizar una mejor calidad de vida. Si tiene dudas o presenta síntomas, consulte a un profesional de la salud.
