El expresidente Andrés Pastrana ha instado al canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, a renunciar a su cargo en el Gobierno de Gustavo Petro, criticando su postura frente a la dictadura venezolana. Según Pastrana, “apoyar dictaduras es la peor decisión política e histórica”, dejando claro su rechazo a la gestión de Murillo en el manejo de las relaciones bilaterales con el régimen de Nicolás Maduro.
Murillo y las posturas ambiguas sobre Venezuela
Desde el inicio de la crisis poselectoral en Venezuela, tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio de 2024, Murillo ha evitado un rechazo frontal al presunto fraude electoral en ese país. Esta ambigüedad ha generado un desgaste político significativo para el canciller, quien ha intentado justificar su postura como parte de una estrategia técnica en las relaciones entre ambos Estados.
En recientes declaraciones a La FM, Murillo señaló:
“Yo he dicho que lo mejor es que no haya asistencia [al acto de posesión de Maduro], pero hay un tema mucho más técnico que tiene que ver con las relaciones de Estado a Estado. El hecho de no reconocimiento no implica que no tengamos esa relación”.
A pesar de este aparente cambio de discurso, críticos como Pastrana consideran que las declaraciones del canciller no solo son inconsistentes, sino que afectan la posición internacional de Colombia al no condenar con firmeza la dictadura venezolana.
La presión sobre Murillo para que renuncie
El expresidente Pastrana no ha sido el único en señalar a Murillo. Voces de diferentes sectores han cuestionado la permanencia del canciller en el gabinete de Petro, considerando que sus posturas no están alineadas con las políticas del Gobierno. “Luis Gilberto Murillo, cuando no se coincide con el presidente de la República, se renuncia. Aquí no hay lugar para ‘recomendaciones técnicas’. ¡Vergüenza total para Colombia!”, agregó Pastrana.
Petro y la polémica asistencia al acto de Maduro
Por el momento, se ha confirmado que el embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, será quien asista al acto de posesión de Maduro, previsto para el 10 de enero en el Palacio de Miraflores, mientras que la participación del presidente Gustavo Petro sigue siendo incierta. En caso de declinar la invitación, Petro podría delegar a otro alto funcionario del Ejecutivo, una decisión que no ha estado exenta de críticas por legitimar un proceso electoral cuestionado a nivel internacional.
El manejo de la crisis venezolana sigue siendo un punto de controversia para el Gobierno colombiano, con implicaciones tanto internas como en el escenario diplomático global.

