El congresista del Centro Democrático volvió al Capitolio Nacional tras recobrar su libertad y enviar un mensaje claro: el respeto por la justicia debe ser coherente y sin doble moral, incluso desde la oposición.
Ciro Ramírez, senador del Centro Democrático, reapareció este martes en el Congreso de la República luego de varios meses de ausencia, tras ser investigado por la Corte Suprema de Justicia. Su regreso se da después de haber recobrado la libertad, aunque el proceso continúa abierto. En medio de un clima de polarización e hipocresía institucional, Ramírez reaparece con la frente en alto, asegurando que su presencia en el recinto legislativo es prueba de que pudo demostrar su inocencia ante la justicia.
“Si estoy aquí parado es porque en el juicio pude demostrar mi inocencia”, afirmó el congresista, visiblemente firme, durante una sesión en la que aprovechó para enviar un mensaje directo a quienes hoy lanzan señalamientos sin hacerse cargo de sus propios cuestionamientos. Su intervención incluyó una respuesta al senador de la Alianza Verde, Fabián Díaz, quien cuestionó su regreso: “Usted es del Partido Verde, un consejo al expresidente del Senado: que atienda los llamados de la justicia”.
La alusión fue directa a Iván Name, también del Partido Verde, detenido por orden de la Corte Suprema en medio del escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), caso que ha salpicado a figuras clave del actual Gobierno. Sin embargo, ante esta situación, desde la izquierda y sectores oficialistas reina el silencio cómplice y la doble moral.
Ramírez, contrario a muchos de sus críticos, nunca se escudó en su cargo ni en discursos de victimización política. Asumió el proceso y ahora vuelve a ocupar su curul con la legitimidad que le otorga haber enfrentado la justicia. “No es poco conocida nuestra oposición al Gobierno nacional, pero cuando ganó el presidente Petro, lo primero que dijimos fue que hay que respetar las instituciones. Esto no es solo cuando lo favorezcan a uno, es para siempre”.
El senador también aprovechó para recordar que el respeto por las instituciones debe ser un compromiso real y no una consigna oportunista, utilizada solo cuando conviene a ciertas narrativas. “Respetemos a la administración de justicia, como lo hice yo”, concluyó.
Mientras Ramírez regresa con la frente en alto, el país observa cómo desde sectores progresistas se encubren a quienes están bajo serias investigaciones por corrupción, sin que nadie pida renuncias ni asuma responsabilidades. El regreso del senador pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de coherencia, valentía y verdadero respeto por el Estado de Derecho, más allá del discurso politiquero.
