La nueva reforma tributaria que impulsa el Gobierno de Gustavo Petro promete un golpe directo al bolsillo de millones de colombianos. El proyecto, que se anuncia como una medida para aumentar el recaudo fiscal, termina dejando a la clase media como la gran afectada, mientras se eliminan exenciones que durante años fueron un respiro para los trabajadores.
Según el tributarista Juan Pablo Suárez, líder del área en CMM Estudio Legal, los principales cambios incluyen:
Más personas naturales obligadas a declarar y pagar impuesto de renta. Gravamen a pensiones que superen ciertos topes. IVA para productos que hoy están exentos. Eliminación de beneficios y deducciones que aliviaban a las familias. Nuevos tributos a patrimonios altos y sectores estratégicos.
El experto advierte que “muchos ciudadanos terminarán pagando más de lo que hoy destinan en impuestos”, lo que desmonta la narrativa oficial de que el impacto será solo para los más ricos.
Una reforma que abre interrogantes
Mientras el Gobierno asegura que el objetivo es financiar programas sociales, críticos señalan que la propuesta golpea directamente a la base contributiva que sostiene la economía. La clase media —que ya enfrenta inflación, desempleo y bajo crecimiento— asumiría una mayor carga fiscal, sin claridad sobre los beneficios reales que recibiría a cambio.
El debate en el Congreso apenas comienza, pero la pregunta de fondo sigue en pie: ¿hasta qué punto los ciudadanos deben seguir pagando los costos de un Estado cada vez más gastador?