El excanciller dijo que creyó en el discurso de Petro candidato, pero hoy tiene sus propios reparos. También arremetió contra Laura Sarabia.
La relación entre el presidente Gustavo Petro y el excanciller de Colombia Álvaro Leyva está casi rota.
Al menos, así se refleja en las más recientes andanadas del exjefe de la diplomacia en Colombia, quien no ahorra argumentos para cuestionar al jefe de Estado.
Este jueves 10 de abril, Leyva arremetió no solo contra Petro sino contra su ministro del Interior, Armando Benedetti, a quien le firmó la carta de renuncia cuando fue embajador de Colombia en Venezuela, en medio del escándalo de las filtraciones que reveló SEMANA donde apareció involucrada la hoy canciller, Laura Sarabia.

“Creí en el discurso de Gustavo Petro candidato. Por esto le acepté el Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde la Constituyente del 91 no ejercía función pública alguna. Le agradecí que hubiera pensado en mí para tan alto cargo. Y lo reitero. Pero por circunstancias por él conocidas, las ilusiones que me colmaron al inicio se fueron desvaneciendo. Hoy solo me queda uno que otro recuerdo grato”, contó.
Leyva reconoció que cada día piensa más en su país.
“En nada más. No puedo ser inferior. ¿Ocultar?, ¿no ocultar? Ya lo he dicho: aprendí del filósofo español ampliamente reconocido Antonio Millán-Puelles —amigo personal de cercano trato— que en algunos momentos se debe recurrir a una ‘prudente ocultación de la verdad’ para no ofender, para evitar daños. Pero que mutatio materiae, en el caso que nos ocupa, al verse afectado el bien común, es pertinente dejar de lado esa ‘prudente ocultación de la verdad’. No se piense que no es difícil referirme a ciertas circunstancias para ir aproximando el centro del meollo”, dijo.
Y siguió: “Inicio refiriéndome al actual ministro del interior, Armando Benedetti, conocido de marras en el país y en el exterior. ¿Que ya se rehabilitó? Quien escribe este mensaje viene de haberlo lidiado, padecido. No me cabe entonces soslayar alertas rojas a estas alturas de la vida. A propósito, ¿qué podría contarnos sobre lo ocurrido después del consejo de ministros del martes 4 de febrero, noche-tarde con dóberman incluido?“, preguntó.

“Para referirme a algo menos personal del señor ministro, vemos que llegó a la altísima responsabilidad pública sin haber esclarecido antes los alcances de los diálogos que tuvieron lugar entre él y quien fuera su subalterna, dados a conocer por la revista SEMANA en junio de 2023. Y sin que ninguno de los dos – ella (Laura Sarabia) hoy en la cumbre del poder —, hubiese explicado qué sucedió con la niñera, de la última, Marelbys Meza. Y qué del consabido tema del polígrafo; de los hoy detenidos como resultado de ese insuceso y demás cuentos espeluznantes con suicidio incluido y viaje de la señora Meza a Venezuela. Y lo que ha venido conociéndose relativo al actuar de la susodicha funcionara después de aquellos insolutos casos”.

Siguió preguntando: “Ahora, ¿se puede siquiera pensar que el cuerpo diplomático acreditado en Colombia está integrado por un poco de tontas y tontos como para no conocer ya quién es quién y qué ocurre? Y las cancillerías de todas las naciones qué. ¿Y que los embajadores que integran el Consejo de Seguridad son unos desinformados? Próximos estamos a rendirle a esa corporación el informe trimestral sobre la implementación de la paz. A esto me referiré oportunamente”.
Leyva también les habló a quienes, según él, no interpretan bien sus más recientes mensajes contra el Gobierno.
“Por favor no sigan pensando que estos mensajes son enigmáticos o crípticos como lo señalan algunos por haber concluido más de uno con la pregunta ¿puede ser lo anterior el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos necesariamente nos debemos preparar? Esta misma semana le haré llegar de la manera más comedida al señor presidente Gustavo Petro una carta personal que espero comprenda y asimile con patriótica generosidad. Reflexiones para tener en cuenta en la Semana Santa”, anunció.