María Jimena Duzán escribió este domingo una carta que hizo estallar una polémica en el país. En esta, la periodista, quien ha mostrado su simpatía por el primer mandatario, e incluso lo acompañó en el pasado como negociadora en el proceso con el ELN, le pide explicaciones de frente. “Presidente, si usted tiene un problema de adicción, lo invito respetuosamente a que lo devele. La adicción es un problema de salud que afecta a muchos colombianos y aceptarlo no es ni pecaminoso ni es una falla moral”, dice en la entradilla de su artículo.
La columnista asegura que “no ha sido fácil escribir esta carta. Pero quiero decirle que lo hago desde el respeto y la consideración que me merece. Soy una de las colombianas que votó por usted en las elecciones presidenciales, con la convicción de que encarnaba el deseo de cambio de una gran mayoría de colombianos”.
Y agrega que ella fue una las colombianas que registró con emoción la victoria del Pacto Histórico. “Su triunfo lo sentí como una bocanada de aire fresco que le devolvió la ilusión a la anquilosada política colombiana. Critiqué a la petrofobia que preconizaba que usted era el anticristo que iba a acabar con la propiedad privada y con el Estado de derecho, y siempre consideré que su llegada al poder era un acto de madurez, porque por primera vez el sistema político le abría las puertas a un proyecto de izquierda, sin matar a su candidato”.
Pero luego se suma a las voces que se han ido desilusionando del primer mandatario. Dice que, tras un año y medio en el poder, solo ha visto oportunidades perdidas y desgobierno. “A usted se le ve cansado y embolatado con el poder, como si después de haberlo buscado tanto, no supiera qué hacer con él”, sostiene.
La periodista, que antes había sido muy elogiosa con lo que significaba la figura de Petro en el poder, hoy lo trata con dureza. En su carta, publicada en Cambio y que este domingo es el artículo principal, le escribió: “Nunca me imaginé es que usted fuera a aislarse y a ausentarse cada vez más del poder, en lugar de utilizar estas facultades presidenciales. Es como si a usted, señor presidente, le pesara su destino. No sé si lo sabe, pero sus continuas ausencias dejan al país en suspenso, lo sumen en la incertidumbre y solo sirven para que sus subalternos amasen poder, gobiernen a su acomodo y le mientan al país fabricando historias para justificar sus ausencias que ya nadie cree”.
Y lo señala de no tener ni un rastro de ese hombre del pasado “conciliador”, “dispuesto a tender puentes” y que “representaba a una izquierda no sectaria”.
Habla de sus destemplados trinos, algunos inexplicables, y con mala ortografía, y algunos con información que a juicio de Duzán no es cierta, como el supuesto triunfo del Pacto Histórico en las elecciones pasadas.
“Hoy solo tenemos al Petro atrincherado que dispara trinos que llaman a la confrontación y que parecen hechos por un activista, no por un presidente. Quien más disfruta de este espectáculo es la oposición que se ha quedado callada con cada metida de pata del gobierno, porque está convencida de que la izquierda va camino al suicidio”, le sentencia.
María Jimena asegura que lleva mucho tiempo buscando una explicación y que solo la ha encontrado en la tesis de que pueda ser víctima de una adicción, algo que para ella no es malo per se, sino producto de un problema de salud.
Aún así, habla de las consecuencias que tendría en el poder si eso fuera cierto. “En un gobernante que padezca esta enfermedad pasa lo mismo: todos sus actos de gobierno estarían profundamente influidos por la adicción”, dice la carta publicada en Cambio.
Y frente a esta posible realidad le dice: “Presidente, si usted tiene un problema de adicción, lo invito respetuosamente a que lo devele. La adicción es un problema de salud que afecta a muchos colombianos y aceptarlo no es ni pecaminoso ni es una falla moral. Tampoco es una tara. Es una enfermedad que tiene solución si se trata a tiempo. Déjese tratar, presidente”.
Redacción R.S.