El presidente de la República, Gustavo Petro, perdió la paciencia y anunció este viernes 17 de enero la suspensión de las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), acusando a este grupo subversivo de cometer crímenes de guerra en el Catatumbo, una región que ha sido escenario de violentos enfrentamientos con las disidencias de las Farc.
A través de su cuenta personal en X, el mandatario colombiano expresó: «Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz». Esta declaración surge luego de una creciente ola de violencia en la zona, donde la guerrilla del ELN ha intensificado sus ataques, afectando gravemente a la población civil.
Antes de esta determinación, el presidente Petro había señalado en un tuit la noche del jueves 16 de enero que el equipo negociador del Gobierno tomaría una decisión sobre los diálogos con el ELN: “Este gobierno está con el pueblo del Catatumbo. Mañana se pronunciará la delegación oficial de mi gobierno ante los diálogos de paz con el ELN”.
La situación en el Catatumbo llevó al jefe de Estado a convocar una reunión urgente con el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el alto comisionado para la paz, Otty Patiño, para evaluar la situación de orden público en la región. Al término de esta reunión, el ministro Cristo envió un mensaje claro y contundente a las dos guerrillas responsables de la violencia: “Parar el baño de sangre de inmediato”.
El ministro expresó además su solidaridad con las comunidades afectadas en el Catatumbo, que han sido víctimas de los grupos armados ilegales, y condenó los asesinatos de los firmantes del Acuerdo de Paz. «Estamos tratando de constatar y verificar cómo sucedieron estos hechos en distintas regiones, pero lo cierto es que los responsables de esta situación son el ELN y las disidencias de las Farc», añadió Cristo.
Esta decisión del presidente Petro marca un punto de inflexión en los esfuerzos por lograr una paz total en Colombia. La suspensión de los diálogos de paz con el ELN deja en suspenso uno de los procesos más importantes del gobierno actual. Mientras tanto, las comunidades del Catatumbo siguen enfrentando un panorama de violencia, desplazamiento y creciente incertidumbre sobre su futuro.
