El mandatario aseguró que el gas se vende a 19 dólares, mientras que el precio internacional es de 12 dólares.
El panorama energético en Colombia se ha deteriorado en los últimos meses debido a una combinación de factores que afectan tanto la oferta como la demanda de energía. La suspensión de nuevos contratos de exploración de hidrocarburos, decisión tomada por el Gobierno Petro, ha limitado la capacidad del país para aumentar sus reservas de gas, reduciendo la autosuficiencia energética y aumentando la dependencia de importaciones, lo que podría encarecer el servicio y afectar a los consumidores.
Por otro lado, el sector eléctrico enfrenta desafíos significativos debido a retrasos en proyectos de infraestructura clave y una alta dependencia de condiciones hidrológicas favorables. Estas situaciones, sumadas a la falta de políticas públicas claras y efectivas, generan incertidumbre en el sector y podrían conducir a aumentos en las tarifas y posibles racionamientos de energía en el corto plazo.

El Gobierno Petro ha intentado maniobrar la crisis con decisiones que los expertos califican como poco acertadas. Una de ellas es la decisión de importar el gas, en lugar de procesarlo en el país. Una primera opción fue Venezuela, propuesta que se descartó por el deterioro del gasoducto. La segunda fue la opción de traerlo de Catar, opción que también fue descartada. Ahora, en el reciente consejo de ministros, el mandatario propuso una tercera opción.
El mandatario aseguró que Panamá cuenta con precios considerablemente más baratos de gas que en Colombia, por lo que dijo que “por los cables de energía eléctrica de Panamá, podría llegar gas importado a Colombia, vía energía eléctrica”, indicó el mandatario.
Aunque para muchos, la propuesta fue confusa, el mandatario aseguró que el sobreprecio de la importación de gas tiene un impacto directo en las tarifas de energía eléctrica que pagan todos los colombianos, pues el sistema tarifario actual vincula el precio de generación hidroeléctrica al costo de gas importado. Esto crea un efecto dominó en toda la estructura de precios.

Es decir, lo que muchos entendieron es que el Gobierno tiene la intención de comprar gas en Panamá, para convertirlo en energía eléctrica a través de las térmicas y luego traer esa energía a Colombia.
Es importante tener en cuenta que la importación de gas no es tan fácil de realizar en Colombia, puesto que normalmente el gas debe traerse al país de manera líquida, por lo que al llegar debe inyectarse en una planta de regasificación. La única disponible es la que existe en Cartagena, en Reficar. Sin embargo, esta planta tiene una capacidad instalada limitada para realizar el trabajo.
Además de ello, Petro indicó que el gas se vende a 19 dólares en Colombia, unos 20 millones de BTU, cuando el precio internacional es de 12 dólares. Por ello, lanzó un fuerte regaño contra Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol: “Hermano, no entiendo por qué Ecopetrol no está importando el gas. El simple hecho que Ecopetrol no importa el gas como sí importa la gasolina está generando este negociazo con los colombianos”.
