El presidente divagó en varios temas, no conectó sus ideas, las olvidó y terminó mezclando la crisis y deudas de las EPS con la Estatua de la Libertad, los hipopótamos de la India y sus supuestos bienes en Italia.
El presidente Gustavo Petro sorprendió en la noche de este martes, 15 de julio, con una alocución que se extendió durante más de una hora, cuyo objetivo central era cuestionar las millonarias deudas que tienen las EPS con las IPS e informar el dramático panorama de la salud en el país.
Petro, quien apareció acompañado del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, mezcló varios temas y terminó hablando del estado de salud del exvicepresidente Germán Vargas Lleras; del exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Olmedo López; aclaró su supuesto patrimonio en la Toscana, Italia, y mencionó la traición de algunos de sus ministros, entre ellos, Alejandro Gaviria.
Como si fuera poco, propuso trasladar la Estatua de la Libertad de Nueva York a Cartagena; habló de los hipopótamos de la India, los animales de la Hacienda Nápoles, en el Magdalena Medio; estalló contra Estados Unidos, y llamó “criminal” al dueño de Keralty —casa matriz de Sanitas— y dijo que tenía que irse de Colombia. “¿Qué día llega la Estatua de la Libertad a Cartagena? Absolutamente delirante y desequilibrado”, afirmó el parlamentario Hernán Cadavid.

Petro, quien además habló de “barbaries”, “traiciones” y “delitos de lesa humanidad”, lucía extraño, le costaba pronunciar algunas palabras y, en ocasiones, no hilaba sus frases y olvidaba ciertos finales de determinados pronunciamientos, hechos en los que coincidieron algunos de sus más férreos opositores en las redes sociales.