El presidente Gustavo Petro reaccionó a la polémica decisión de Jaime Raúl Salamanca, presidente de la Cámara de Representantes, de expulsar a la congresista Katherine Miranda durante la sesión de este miércoles 18 de diciembre, marcada por el debate sobre la reforma a la salud.
Petro, desde su cuenta en X (antes Twitter), calificó la actuación de Miranda como un caso de “violencia verbal discriminatoria”. En su publicación, el mandatario recordó un precedente jurídico: “Un congresista tuvo pérdida de investidura por decir la misma palabra violenta a un presidente de la Cámara. Es violencia verbal discriminatoria”.
El contexto de la expulsión
El incidente ocurrió cuando Miranda, representante de la Alianza Verde, criticó lo que describió como la falta de rigor en la discusión de las 600 proposiciones radicadas sobre la reforma. Según la congresista, Salamanca suspendió su derecho a intervenir tras exigir que se explicara detalladamente el sentido de cada artículo.
“Es inaceptable que se me suspenda la voz simplemente por reclamar que se cumpla un proceso democrático. Esto es una muestra del carácter antidemocrático que está tomando el Congreso para favorecer al Gobierno”, expresó Miranda en un video publicado en sus redes sociales.
Por su parte, Salamanca justificó su decisión argumentando que Miranda utilizó un lenguaje inapropiado hacia la mesa directiva. “¿Por qué me dice groserías? Respeto. Usted no me puede decir groserías y le aplico el artículo 73: se retira de la sesión y pierde el derecho a la palabra durante todo el debate”, afirmó el presidente de la Cámara.
Sin embargo, el video oficial de la sesión no registró agresiones verbales por parte de Miranda, lo que generó dudas sobre la veracidad de las acusaciones.
Una controversia enmarcada en un debate nacional
El choque entre Salamanca y Miranda se da en un momento crítico, cuando la reforma a la salud enfrenta una fuerte oposición dentro y fuera del Congreso. Miranda, una de las voces más críticas del proyecto, denunció que su exclusión busca acallar la disidencia en favor de los intereses del Gobierno.
Mientras tanto, el pronunciamiento de Petro aviva el debate, resaltando la tensión entre las instituciones democráticas y el respeto al debido proceso en medio de un Congreso cada vez más polarizado.
