En un anuncio que sorprendió a propios y extraños, el presidente Gustavo Petro afirmó durante la Cumbre de la Celac en Santa Marta que habló personalmente con Álvaro Uribe sobre su ingreso a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
“Y no hablo con el odio, se lo dije personalmente: hermano, vamos a la JEP ambos, es la verdad lo que hay que priorizar… me interesa cuidarlo y a sus hijos y a sus bienes”, manifestó el mandatario.
Petro aseguró que su objetivo es incluso promover un acto de reconciliación y perdón social, defendido durante su campaña, y rechazó las acusaciones que lo vincularon con un supuesto pacto con el narcotráfico en las cárceles.
“Esas son las pruebas que mandan Estados Unidos, de lo que yo ni sabía. Pero aquí no vengo a decir disculpas. Aquí vengo es a acusar. Porque la respuesta que le han dado a nuestra generosidad, a ser absolutamente leales con las normas… la respuesta que le han dado a la decencia, al argumento, al intento de razonar en una sociedad”, afirmó Petro.
El pronunciamiento del presidente marca un nuevo giro en su política de reconciliación, aunque genera dudas sobre la efectividad y coherencia de sus acciones, así como sobre su relación con sectores de la oposición y la opinión internacional.














