El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha tomado una postura firme y contundente ante las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, solicitando a la Corte Penal Internacional (CPI) que emita una orden de arresto contra Nicolás Maduro. Esta decisión se produce tras unas elecciones muy cuestionadas y la falta de transparencia por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano.
Durante una sesión extraordinaria, la OEA presentó un borrador de resolución exigiendo claridad sobre los resultados electorales del pasado domingo. Sin embargo, la propuesta no logró la mayoría absoluta, obteniendo 17 votos a favor, cero en contra y 11 abstenciones.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, en un enérgico discurso, instó a la CPI a imputar a Maduro por los crímenes cometidos durante su mandato. «Maduro anunció un baño de sangre, lo cumplió, lo está cumpliendo», afirmó Almagro, subrayando la urgencia de actuar contra el mandatario venezolano.
Almagro también criticó la falta de transparencia del CNE, calificándola de «irresponsable y negligente», y enfatizó la necesidad de publicar las actas electorales para asegurar la legitimidad del proceso.

La reunión de la OEA comenzó con más de dos horas de retraso debido a desacuerdos sobre el borrador de resolución, según explicó el presidente del Consejo Permanente, Ronald Sanders. Además, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se negó a participar en la sesión, acusando a la OEA de parcialidad y criticando las declaraciones previas de Almagro.
La comunidad internacional observa de cerca esta situación, con la OEA liderando los esfuerzos para garantizar justicia y transparencia en Venezuela. La solicitud de captura de Nicolás Maduro marca un momento crítico en la lucha por la democracia y los derechos humanos en la región.