Los planteles, localizados en zonas determinadas como de alto riesgo, enfrentan un nuevo reto en el proceso de aprendizaje. También vienen cambios en el PAE.
El ‘trabajo en casa’ es la modalidad que deben adoptar 191 estudiantes pertenecientes a 21 sedes educativas situadas en zonas de influencia del ‘León dormido’, es decir a 15 kilómetros alrededor del mismo, y que hacen parte de poblaciones como Casabianca, Herveo, Murillo y Villahermosa.
Así lo dio a conocer la Secretaría de Educación y Cultura, a través de la Circular 098, teniendo en cuenta los lineamientos del Ministerio de Educación en la Circular 014 de 2023, y como una medida de prevención, ante la actividad del volcán que, conforme con el Servicio Geológico Colombiano, continúa siendo inestable.
”Los docentes deben buscar la manera de hacer la atención con guías, talleres, para poder continuar con la prestación del servicio educativo a todas las niñas y niños”, señaló Julián Gómez, jefe de la cartelera de Educación.
Y agregó: “Tenemos 26 psicólogos que están prestos a trabajar de manera voluntaria, tras una convocatoria que hicimos como Secretaría de Educación, y nos han manifestado la intención de apoyar y ayudar en esta emergencia que se pueda dar”.
Aunado a ello, en la circular emitida por la dependencia, se precisa que se excluye de la misma al personal que desarrolla labores de celaduría. De la misma manera, se insta a los rectores de los planteles a realizar la respectiva coordinación para que los docentes logren atender la prestación del servicio bajo la modalidad en cuestión.
Igualmente, “coordinar al personal que ejerce las funciones administrativas y de servicios generales para el cumplimiento de sus actividades”, reza el oficio.
Con el ánimo de salvaguardar la vida e integridad de los miembros de la comunidad educativa, el Ministerio de Educación Nacional brindó, a través de la Circular 014, con fecha del 5 de abril, una serie de orientaciones ante la actividad del Volcán.
Entre ellas se establece que los planteles localizados en áreas consideradas de amenaza alta deben “prestar el servicio educativo con trabajo en casa o en los albergues que se hayan dispuesto para el alojamiento transitorio de las familias evacuadas. Para guiar estas actividades, se propone una caja de herramientas con materiales digitales y físicos”.
A esto se suma el hecho de reportar, por parte de las Secretarías de Educación, el diagnóstico de afectaciones y necesidades del sector educativo a los Consejos Departamentales y Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Murillo
La Cabaña, Alfombrales y Santa Bárbara, sedes de la IET Lepanto, están vinculadas en la circular de la Secreducación.
Herveo
Para este caso, se habla de las IET Marco Pérez Fidel Suárez (sedes El Placer, El Yerbal, El Plan, El Guali, El Cedral, El Águila, El Tulcán, La Cristalina) y la IE Alfonso Daza Aguirre (sedes El Salado y La Esperanza).
Casabianca
En su caso, se trata de la IET General José Joaquín García, sedes La Palmera, La Meseta, Oromazo y Agua Caliente.
Villahermosa
Las sedes Betulia, El Rocío, La Samaria y Entrevalles, que hacen parte de la IE Escuela Normal Superior de Villahermosa, están cobijadas con la medida.
Evacuación de animales
Según cuentas de la Administración seccional, de las 43 mil reses que conforman el hato ganadero de los municipios de Casabianca, Herveo, Villahermosa y Murillo, podrían ser evacuados 12.000 ejemplares, aproximadamente, ubicados en fincas establecidas en un radio de acción de cinco a 10 kilómetros.
“Estamos trabajando entre las entidades como la Gobernación del Tolima, el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, Fedegan, las alcaldías, los comités de ganaderos municipales y las propias familias ganaderas para trasladar esos ganados a zonas más seguras y allí suministrarles forrajes y alimento por el tiempo requerido”, dijo Omar Julián Valdés Navarro, secretario de Desarrollo Agropecuario y Producción Alimentaria del Tolima.
Agregó, que se trata de razas de páramo, como la Holstein, Normando y otras, que no pueden ser trasladadas a zonas más cálidas porque no se adaptarían. “Con las instituciones estamos revisando las acciones a seguir para hacer la evacuación de esos ganados para que las familias propietarias no vayan a tener afectaciones en su economía”, precisó.
De igual manera, reveló que algunas familias ya firmaron actas de desistimiento de evacuación de sus ganados. “Se niegan a salir de sus veredas porque hace 37 años evacuaron, la avalancha no pasó por allí y cuando regresaron les habían hurtado sus pertenencias y sus hatos ganaderos”, contó Valdés Navarro.