El presidente venezolano, Nicolás Maduro, informó este martes, 7 de enero, sobre la captura de siete supuestos “mercenarios” extranjeros, entre ellos dos ciudadanos estadounidenses, dos colombianos y tres provenientes de Ucrania. Según las autoridades, los detenidos estarían vinculados a la oposición y formarían parte de una operación destinada a desestabilizar al país.
“Hoy hemos capturado a siete mercenarios extranjeros, incluyendo a dos importantes mercenarios de Estados Unidos”, declaró Maduro durante un acto político. El mandatario aseguró que estas personas planeaban ejecutar “acciones terroristas contra la paz” y afirmó que en breve confesaran sus presuntos crímenes.
Además, Maduro detalló que “dos sicarios colombianos” y “tres mercenarios de la guerra de Ucrania” formaban parte del grupo detenido. Según el líder chavista, los operativos continuarán y advirtió que las fuerzas de seguridad del régimen están preparadas para actuar.
Operativos de seguridad y declaraciones de Cabello
En paralelo, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, informó sobre la desarticulación de un supuesto grupo “muy peligroso” de mercenarios con nexos en Estados Unidos, Colombia y Ucrania, además de contactos en sectores de la oposición venezolana.
“Este grupo estaba vinculado con sectores de la oposición que no tienen patria, que están con los borrachos y cobardes que se fueron del país”, afirmó Cabello, en referencia a opositores en el exilio. Aunque no se revelaron detalles específicos de la operación, Cabello aseguró que los detenidos estaban involucrados en planes desestabilizadores.
En Caracas, las fuerzas de seguridad desplegaron un operativo masivo con agentes encapuchados en puntos estratégicos de la capital, incluyendo los accesos al Palacio de Miraflores y al Parlamento. También se incrementó la vigilancia en estaciones del metro.
Un país al borde del enfrentamiento político
El anuncio de estas capturas ocurre en un contexto de alta tensión política. La líder opositora María Corina Machado convocó para el próximo jueves, 9 de enero, manifestaciones internacionales en apoyo a Edmundo González, a quien considera el legítimo presidente electo de Venezuela tras las elecciones del 28 de julio de 2024.
Mientras tanto, el oficialismo también planea movilizaciones masivas en respaldo a Nicolás Maduro, quien asegura que asumirá un nuevo mandato el viernes 10 de enero. Este escenario ha incrementado la polarización en el país, donde tanto González como Maduro reclaman la presidencia.
A pocos días de la investidura presidencial, la incertidumbre crece, y el panorama político se torna cada vez más tenso. La posibilidad de enfrentamientos entre simpatizantes de ambos bandos y la represión de manifestaciones opositoras elevan las alertas dentro y fuera de Venezuela.
