La reciente muerte de un tercer cuervo en la emblemática Torre de Londres ha desatado especulaciones en torno a una inquietante profecía vinculada con la monarquía británica. Este suceso ha captado la atención de los medios del Reino Unido, quienes confirmaron que el ave, conocida como Gripp, perdió la vida tras quedar atrapada en su jaula, víctima de un ataque de otros pájaros. Gripp es el tercer cuervo que muere en los últimos tres años, sumándose a Erin, que falleció en agosto de 2022, y Rex, que murió en septiembre pasado.
La leyenda establece que si algún día todos los cuervos abandonan la Torre de Londres, el reino enfrentaría un colapso, poniendo en peligro la continuidad de la familia real. Esta profecía fue escuchada por primera vez por el rey Carlos II, antepasado del actual monarca, Carlos III. Por este motivo, cada vez que un cuervo muere, los Yeomen Warders, el cuerpo oficial encargado de custodiar la Torre, deben reemplazar rápidamente al ave para asegurar que al menos seis cuervos permanezcan en el lugar, tal como estableció Carlos II.
Actualmente, los cuervos que resguardan la Torre son Branwen, Jubilee, Edgar, Harris, Georgie y Poppy. Michael Chandler, un excomandante de la armada real de 57 años, lidera el equipo que cuida y alimenta a estas aves, considerándose a sí mismo un verdadero «maestro de los cuervos». Chandler ha expresado su fascinación por estos animales, destacando su inteligencia y su vital importancia en la tradición monárquica británica.
La reciente muerte de un tercer cuervo en la emblemática Torre de Londres ha desatado especulaciones en torno a una inquietante profecía vinculada con la monarquía británica. Este suceso ha captado la atención de los medios del Reino Unido, quienes confirmaron que el ave, conocida como Gripp, perdió la vida tras quedar atrapada en su jaula, víctima de un ataque de otros pájaros. Gripp es el tercer cuervo que muere en los últimos tres años, sumándose a Erin, que falleció en agosto de 2022, y Rex, que murió en septiembre pasado.
La leyenda establece que si algún día todos los cuervos abandonan la Torre de Londres, el reino enfrentaría un colapso, poniendo en peligro la continuidad de la familia real. Esta profecía fue escuchada por primera vez por el rey Carlos II, antepasado del actual monarca, Carlos III. Por este motivo, cada vez que un cuervo muere, los Yeomen Warders, el cuerpo oficial encargado de custodiar la Torre, deben reemplazar rápidamente al ave para asegurar que al menos seis cuervos permanezcan en el lugar, tal como estableció Carlos II.
Actualmente, los cuervos que resguardan la Torre son Branwen, Jubilee, Edgar, Harris, Georgie y Poppy. Michael Chandler, un excomandante de la armada real de 57 años, lidera el equipo que cuida y alimenta a estas aves, considerándose a sí mismo un verdadero «maestro de los cuervos». Chandler ha expresado su fascinación por estos animales, destacando su inteligencia y su vital importancia en la tradición monárquica británica.
La muerte de Gripp ha reavivado el interés en la profecía, generando preocupación entre los seguidores de la historia de la monarquía. La vigilancia y el cuidado de los cuervos continúan siendo una responsabilidad crítica para garantizar la estabilidad simbólica del reino.