El partido político Mira ha roto su silencio tras ser mencionado en los polémicos videos del director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, en los que este reconoció la entrega de cuotas burocráticas a cambio de apoyo político en el Congreso. El Mira, que lidera el senador Manuel Virgüez, ha demandado al funcionario del Gobierno Petro aclarar las declaraciones que lo vinculan a un supuesto acuerdo clientelista, y lo hizo a través de un video de la periodista Vicky Dávila, publicado en sus redes sociales.
En los videos revelados por SEMANA, Bolívar mantiene una conversación virtual con Álvaro Muñoz, un funcionario en Ecuador, quien le expresa dificultades para colocar la fotografía del presidente Gustavo Petro en un consulado en Guayaquil. Muñoz asegura que el cargo de cónsul en esa ciudad está en manos del Mira, lo que complica la gestión. Bolívar, en respuesta, sugiere escalar el caso a la Cancillería y menciona que el consulado podría estar involucrado en los acuerdos clientelistas.
Ante estas afirmaciones, el partido Mira desmintió tener cuotas burocráticas en el gobierno y exigió a la Cancillería la publicación de los nombres y partidos de los funcionarios del consulado de Guayaquil, específicamente del cónsul y vicecónsul, para esclarecer la situación. En un comunicado difundido en su cuenta de X, el Mira reiteró su postura de independencia frente al actual gobierno y afirmó que no ha negociado ni negociará cargos directivos.
“Solicitamos al gobierno y a la Cancillería la publicación de los nombres y el Partido al que pertenecen el cónsul y vicecónsul en Guayaquil, Ecuador. El partido Mira no ha tenido, no tiene, ni tendrá cargos directivos en este gobierno, nos hemos declarado en independencia”, expresó la colectividad.
El Mira también aprovechó la oportunidad para defender su trabajo legislativo, destacando sus esfuerzos por denunciar las irregularidades en los servicios consulares y sus posturas críticas sobre las reformas propuestas por el gobierno, las cuales aseguran son el resultado de un análisis riguroso, no de acuerdos políticos transaccionales.
Por su parte, Gustavo Bolívar respondió al escándalo asegurando que las conversaciones reveladas correspondían a «una conversación absolutamente privada» y argumentó que no tenía que rendir cuentas por lo que discutió en ese contexto.
Este episodio ha reavivado el debate sobre la entrega de cargos diplomáticos como cuotas políticas en los gobiernos, una práctica que ha sido recurrente en Colombia. Mientras tanto, el Mira continúa defendiendo su independencia y su compromiso con una política ajena a los acuerdos clientelistas que, según ellos, han marcado a otros sectores políticos del país.