Un testigo ante la Justicia Especial para la Paz asegura que el general Raúl Vargas Idárraga ejecutó a un civil en una operación militar que habría sido un montaje. También lo vinculan con otros crímenes durante su carrera como capitán.
El nombre del general Raúl Vargas Idárraga, actual oficial activo del Ejército Nacional y figura de confianza del ministro de Defensa Pedro Sánchez, aparece en el centro de una delicada denuncia por su presunta participación en casos de falsos positivos, tortura y homicidio cuando ocupaba rangos inferiores dentro de la institución.
Las afirmaciones fueron hechas por el sargento en retiro Jaime Coral, quien comparece ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En su testimonio, entregado bajo juramento, Coral relató un hecho ocurrido en el departamento de Boyacá, en el cual, según él, el entonces mayor Vargas remató a un campesino herido durante una operación militar, para luego presentarlo como guerrillero abatido en combate.
“Me ordenó dar los primeros disparos. Le pegué en un hombro, quedó herido. Vargas fue y lo mató”, narró Coral a la JEP.
El suboficial retirado afirmó que la operación fue simulada con participación de escoltas del oficial, un capitán de apellido Rivera y un coronel, con el propósito de reportar un supuesto combate en la vereda donde ocurrió el hecho.
Más allá de Boyacá: señalamientos en Nariño
El testimonio también incluye acusaciones sobre crímenes cometidos por Vargas cuando era capitán, específicamente en Barbacoas, Nariño, donde habría participado en la tortura y desaparición forzada de al menos 10 personas durante la denominada operación Tsunami en el año 2000.
“Él estaba en la compañía Astro del Batallón de Contraguerrillas 15. Participó en torturas y homicidios”, aseguró Coral.
Silencio institucional y cuestionamientos
A pesar de estas declaraciones, el Ministerio de Defensa indicó que el general no se encuentra formalmente vinculado a ningún proceso en la JEP, y no hay investigaciones en curso contra él por parte de esa jurisdicción.
Sin embargo, su presencia pública como oficial activo, incluso acompañando al ministro en eventos como el Consejo de Seguridad en Popayán del pasado 24 de abril, ha generado fuertes cuestionamientos por parte de sectores de la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos.
El sargento Coral advierte que la permanencia del general Vargas en su cargo solo se explica por protección desde altos mandos.
“Es grave que alguien con ese historial permanezca activo. No es la imagen que debe proyectar el Ejército”, afirmó.
¿Habrá consecuencias?
Las denuncias contra el general Vargas podrían escalar si la JEP decide abrir un caso formal. Por ahora, el oficial continúa ejerciendo funciones de alto nivel en el Ejército mientras el país observa con atención el desarrollo de uno de los testimonios más comprometedores sobre los crímenes del conflicto armado.
