La población venezolana que ha llegado desde el vecino país a esta zona está involucrada en un alto porcentaje en actividades delictivas. Aunque la situación pueda parecer descalificadora, el balance de las autoridades indica que un gran número de los delitos cometidos en nuestro medio son protagonizados por venezolanos.
En el norte de Casanare, los ciudadanos extranjeros se han convertido en los principales responsables de los hechos delictivos, sin que las autoridades migratorias hagan mucho por resolver la situación. Alegando su condición de extranjeros, al máximo son deportados.
El caso más indignante para las autoridades fue la reciente captura de dos venezolanos señalados como los autores materiales de un crimen en Paz de Ariporo. Poco les importó la situación y, cuando eran trasladados a los estrados, se burlaban de las autoridades y de sus víctimas en su propia cara.
