El municipio de Maní se ha convertido en las últimas horas en la localidad que acapara la atención de los organismos de socorro debido a las graves inundaciones que lo afectan, producto del desbordamiento de cuatro ríos que circundan su jurisdicción.
La situación en Maní es grave. Veredas como Santa Helena de Cusiva, La Poyata, Liminal, Campanero, La Consigna, Bebea, La Mapora y San Joaquín de Garibay, entre otras, se encuentran anegadas por las aguas desbordadas de los ríos Cusiana, Charte, Unete y Meta, lo que ha obligado a las comunidades a desplazarse hacia los centros poblados más próximos como Guafalpintado, Chavinave, Belgrado y Gaviotas.
Ante esta situación delicada, las ayudas de la Unidad Departamental de Gestión de Riesgo, que ya se están agotando, han tenido que multiplicarse y solicitar apoyo a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) en la capital de la república.