La región de Casanare se enfrenta a una situación crítica en su sistema educativo a raíz de las intensas precipitaciones, que han dejado a varios colegios bajo el agua. El Secretario de Educación del departamento, Diego Fernando Ardila Plazas, informó que municipios como Orocué, Maní, Trinidad, Sácama, La Salina, Aguazul y Villanueva han sufrido graves daños en sus infraestructuras escolares.
Como resultado, se ha visto obligado a reubicar a los estudiantes en aulas alternativas, lo que ha generado problemas de hacinamiento y dificultades logísticas para mantener el normal desarrollo de las clases. La Unidad Departamental de Gestión del Riesgo ha asumido la responsabilidad de tomar medidas urgentes para mitigar el impacto de esta situación, con el objetivo de evitar la suspensión prolongada de las actividades escolares y garantizar la continuidad del servicio educativo.
Entre las acciones planificadas se incluye el suministro del Programa de Alimentación Escolar (PAE) para los estudiantes afectados, con el fin de asegurar que no se vean afectados por la interrupción de las clases. La comunidad educativa de Casanare espera que estas medidas permitan superar este desafío y restablecer la normalidad en el sistema educativo lo antes posible.
Redacción DF