El Gobierno del presidente Gustavo Petro emitió el Decreto 0069 de 2025, en el que se establece el aplazamiento de 12 billones de pesos del Presupuesto General de la Nación para este año. Esta decisión afecta directamente a varios proyectos clave de infraestructura en el país, incluidos la primera línea del Metro de Bogotá, el Regiotram de Occidente y la troncal de TransMilenio por la Calle 13.
Según el decreto, el Metro de Bogotá, una obra fundamental para la movilidad de la capital, verá suspendidos 770 mil millones de pesos, lo que retrasa su ejecución. Hasta el momento, ni el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ni la Gerencia de la Empresa Metro se han pronunciado respecto a esta medida. Sin embargo, hace un mes, tras el fracaso de la Ley de Financiamiento en el Congreso, el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López, ya había anticipado que el Gobierno podría postergar los recursos para el proyecto. En ese momento, López sugirió que los pagos a los contratistas del metro podrían aplazarse hasta 2026 o 2027, como parte de una estrategia para enfrentar la crisis económica.
El alcalde Galán, aunque no ha comentado sobre la reciente suspensión, previamente rechazó las declaraciones de López, asegurando que amenazar a Bogotá con la falta de recursos no solo afectaría al Gobierno capitalino, sino a los más de ocho millones de bogotanos que dependen de estas obras para mejorar su calidad de vida.
Además del Metro de Bogotá, el Gobierno también ha decidido suspender el giro de 345 mil millones de pesos para el Regiotram de Occidente, un proyecto conjunto entre la Nación y la Gobernación de Cundinamarca, que busca mejorar la conectividad entre Bogotá y varios municipios del occidente de Cundinamarca. Este aplazamiento pone en pausa un avance clave en la infraestructura de transporte regional.
La troncal de TransMilenio por la Calle 13, por su parte, también se verá afectada con la retención de 328 mil millones de pesos. A pesar de que la obra está en proceso, todavía faltan tramos por adjudicar, lo que aumenta la incertidumbre sobre su pronta finalización.
El Gobierno también ha decidido aplazar 1,7 billones de pesos destinados a la prestación del servicio público de pasajeros, lo que impactará el funcionamiento de sistemas de transporte como TransMilenio y podría afectar a miles de usuarios en la ciudad.
Estas decisiones han generado gran preocupación en los sectores políticos y ciudadanos, quienes esperan que el Gobierno y las autoridades locales encuentren soluciones que minimicen los efectos de estos aplazamientos, especialmente en proyectos de infraestructura tan relevantes para el desarrollo del país.