Sandra Ortiz, integrante del Partido Verde, ha sido enviada a la cárcel, un hecho que intensifica las tensiones dentro de esta colectividad política. Este evento llega en un momento clave, ya que Claudia López, quien en el pasado formó parte del partido, se distanció políticamente de la organización. Sin embargo, su vínculo personal permanece: su esposa continúa asociada al Partido Verde.
Este panorama ha generado especulaciones sobre posibles candidaturas futuras y el impacto que podrían tener las acusaciones de corrupción sobre la percepción del partido. ¿Será este un obstáculo o un impulso para quienes buscan consolidar su liderazgo en un escenario político en constante transformación?
Con este nuevo capítulo, el Partido Verde enfrenta una oportunidad para redefinir su camino o reafirmar las críticas que lo señalan como una colectividad envuelta en escándalos.