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La motosierra de Milei

MARÍA RUEDA

Si algo le pudiera enseñar Milei a nuestro Petro, es que la continua expansión del Estado no es necesaria ni inevitable.

Si mi personaje para 2024 fue María Corina Machado, el del 2025 será Javier Milei. Un experimento tan interesante como arriesgado. Argentina, su país, estaba quebrado desde hace décadas. Requería urgentemente una cirugía bariátrica. Y llegó el cirujano que empezó a practicársela.

Usando como símbolo de su campaña una motosierra, que en Colombia sería considerada como el más grave gesto de simpatía hacia el paramilitarismo y la barbarie, Milei logró enfocarla como símbolo de que reduciría el Estado al mínimo. Y mientras el cambio de Petro se ha concentrado durante la mitad de su gobierno en insultos y broncas, el revolcón de Milei consistió desde el primer día en que con su motosierra ha cortado el gasto público en un tercio y suprimido la mitad de los ministerios. Ha suspendido el funcionamiento de la “maquinita” del Banco Central que usualmente se ponía a andar sin límites para sufragar los exorbitantes gastos del Gobierno.

Pero, dice un medio tan serio como ‘The Economist’, que le dio carátula a Milei e incluso le hizo una entrevista, que “su programa es serio, con la fórmula más radical de mercado libre desde Margaret Thatcher”. Ya se le apoda el anarcocapitalista. “No sin riesgos”, añade la publicación inglesa, “no solo por la historia de inestabilidad argentina sino por la explosiva personalidad de Milei”. Un ejemplo: la austeridad ha causado un incremento en la tasa de pobreza al 53 % en la primera mitad de 2024, de 40 %, que marcaba el año anterior.

Pero tampoco se pueden negar sus resultados, como el de que en sus primeros meses de gobierno la inflación ha caído del 135 % al 35 % anual. La confianza inversionista se ha duplicado. La economía muestra definitivamente síntomas de recuperación.

A finales de 2023 Argentina se tambaleaba al borde del precipicio de la espiral inflacionaria que llevó al país a cinco décadas de estancamiento. El PIB estaba en caída, luego de 15 años de venir descendiendo. Los precios se incrementaron en 2023 en 211 %.
Si algo se requería eran cambio y acción decisiva. Eso encarnó Milei. Redujo rápidamente el gasto público en 30 %, logrando balance fiscal en el primer mes de gobierno. El riesgo país cayó el 2 %.

Si algo le pudiera enseñar Milei a nuestro Petro, es que la continua expansión del Estado no es necesaria ni inevitable. Pero es imposible que el Presidente colombiano aprenda esa lección, porque Milei es un convencido del libre comercio y del libre mercado, y Petro, un furibundo del proteccionismo.
Además, en lugar de las fantasías petristas, Milei dice brutales verdades públicas. No ha sido con la mentira o con el engaño que Milei ha conquistado a sus electores –no en vano su popularidad viene ‘in crescendo’– por cuenta de que con coraje y coherencia ha alineado las reformas fuertes pero vitales que propone, y ha convencido a la gente de que las duras verdades son las que generan confianza.

“Pero para eso, hay que mantener las reformas moviéndose”.
Lo que es cierto es que en algo sí se parecen Petro y Milei: ambos son populistas, aunque de modelos distintos. Y como todo populista, necesitan un enemigo. El de Petro son las élites. El de Milei son las castas. Pero le ha tocado más duro a Milei, porque Argentina ha estado en problemas por décadas, gobernada por políticos ladrones y mentirosos como el régimen kirchneriano, jalando la “maquinita” del Banco Central.

¿Qué tenemos acá como balance de Petro de sus primeros dos años de gobierno? Tres grandes mentiras. 1) Que gracias a él bajó la inflación, cuando se debió a la ortodoxia en el manejo de tasas de interés del Banco de la República. 2) Su silencio absoluto, que viene a ser como mentir, acerca del deterioro fiscal del país. Y 3), que él tiene cifras históricas en incautación de cocaína. Cuando comparadas con las 250.000 hectáreas sembradas de coca, es fácil concluir que tenemos las más bajas cifras de incautación en 10 años, sencillamente porque el denominador (lo sembrado) es mucho más alto.

Es una fórmula para tener contento al pueblo, esta de las mentiras. Pero prefiero las verdades brutales de Milei.
Argentina ha sufrido de sobredosis de déficits, maquinita del Banco Central y regulaciones inútiles. “Todo eso tiene que desaparecer. Si logramos armar un Estado más pequeño, la consolidación fiscal se profundizará. La baja del gasto abrirá el camino para una menor tributación. Estamos conscientes de que deshacer el desastre regulatorio argentino tomará tiempo”, le dijo Milei a TE, mientras confesó que su desprecio por el Estado “es infinito”.

Aun así, la publicación no descarta un milagro económico en Argentina. A lo que Milei responde: “No será un milagro, sino el resultado de gobernar con prudencia macroeconómica. Trabajamos para mostrarle al mundo que abrazar las ideas de la libertad (no ‘libertattt’), trae prosperidad, (no ‘prosperitattt’)”.

MARÍA RUEDA

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