En un intento que ha sorprendido a muchos, líderes de la colectividad surgida de las extintas Farc, que enfrenta el desafío de no desaparecer en las elecciones de 2026 si no alcanza el umbral mínimo de votos, realizaron una petición al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Aunque el respaldo de la izquierda colombiana se centró en Kamala Harris, tras el anuncio de la victoria de Trump, este sector ha adoptado un tono diplomático, abogando por el respeto a la soberanía y la continuidad de las relaciones bilaterales que unen a ambas naciones desde hace más de dos siglos.
El senador Omar Restrepo, quien en el pasado comandó frentes de las Farc en Chocó y Antioquia, ha hecho un llamamiento sorprendente a Trump, solicitándole que, una vez asuma el cargo el 20 de enero, permita el regreso de Simón Trinidad a Colombia para comparecer ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y ofrecer su testimonio sobre el conflicto armado.
«Queremos que Simón Trinidad pueda venir a Colombia, presentarse ante la JEP y ofrecer la verdad a las víctimas sobre su rol en el conflicto colombiano. Este sería un gesto significativo de Donald Trump como presidente», declaró Restrepo.
No obstante, la posibilidad de éxito de esta petición parece remota. Durante el gobierno de Barack Obama, incluso con el apoyo del entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos, los esfuerzos para liberar a Trinidad no prosperaron. Trinidad, cuyo verdadero nombre es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, cumple una condena de 60 años en una prisión estadounidense, tras ser hallado culpable de conspiración para secuestrar a tres ciudadanos estadounidenses en Colombia. La insistencia de los excomandantes en solicitar su liberación ha sido una constante, pero su éxito bajo el mandato de Trump es, cuanto menos, improbable.