El resultado en el Senado refleja un claro mensaje institucional: no todo lo que se presenta como participación ciudadana tiene justificación técnica, ni debe usarse como herramienta de presión política.
Mientras el país enfrenta desafíos urgentes en seguridad, salud y economía, se cuestiona si era prudente impulsar una consulta de alto costo sin consenso ni propósito claro. ¿No será momento de gobernar con responsabilidad y no con populismo?