Una investigación de Semana revela que 11 embajadores designados por el gobierno de Gustavo Petro, considerados cuotas políticas, han pasado 228 días en Colombia durante comisiones de servicios en lugar de ejercer sus funciones diplomáticas en el exterior. Estos desplazamientos le han costado al Estado colombiano más de 70 millones de pesos, sin contar los permisos otorgados por motivos personales como celebraciones familiares o diligencias judiciales.
Los viajes, registrados entre agosto de 2024 y noviembre de 2025, abarcaron 51 comisiones de servicios a ciudades como Bogotá, Cali y Cartagena. Entre los embajadores que más tiempo permanecieron en el país destacan Roy Barreras (Reino Unido), Milton Rengifo (Venezuela) y León Fredy Muñoz (Nicaragua).
Embajadores destacados por su tiempo en Colombia
Roy Barreras, embajador en Reino Unido, pasó 43 días en el país desde que asumió su cargo en agosto de 2024, un 9% de su tiempo como diplomático. Sus visitas incluyeron eventos como el Hay Festival de Cartagena y un congreso de Naturgás.
Milton Rengifo, representante en Venezuela, dedicó 42 días a reuniones en Bogotá, Cali, Cartagena, Cúcuta y Vichada, en el contexto del restablecimiento de relaciones bilaterales.
León Fredy Muñoz, embajador en Nicaragua, pasó 39 días en Colombia, parte de ellos para atender diligencias judiciales que culminaron con su absolución por la Corte Suprema en un caso de narcotráfico.
Por su parte, Alfonso Prada (Francia) solicitó 37 días para atender asuntos como la participación de Colombia en la COP16 y los Juegos Olímpicos de París, mientras que Daniel García-Peña (Estados Unidos) dedicó 14 días a agendas relacionadas con migración y educación en sus primeros cuatro meses de gestión.
Críticas a las constantes visitas
Expertos y exfuncionarios han cuestionado el elevado número de viajes. Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta y excanciller, recordó que los embajadores están obligados a permanecer en sus respectivas sedes salvo excepciones justificadas por razones de servicio, conforme a la Ley 80 de 1993.
Además, fuentes cercanas al Ministerio de Relaciones Exteriores señalan que las frecuentes visitas podrían estar relacionadas con intereses políticos. Algunos de los embajadores mencionados, como Barreras y Prada, han sido vinculados a especulaciones sobre aspiraciones presidenciales para 2026.
Impacto económico y ético
El costo de los desplazamientos, que asciende a más de 70 millones de pesos, genera preocupación no solo por el impacto fiscal, sino también por la percepción pública. La controversia se intensifica con declaraciones de exministros que consideran inusual este nivel de desplazamientos, especialmente en medio de las responsabilidades de los embajadores en sus países de designación.
Mientras tanto, los embajadores argumentan que sus viajes responden a compromisos oficiales que fortalecen las relaciones bilaterales y atienden intereses estratégicos de Colombia. Sin embargo, la ciudadanía y sectores críticos del gobierno demandan mayor claridad y control en la gestión diplomática.