La Superintendencia de Salud anunció ayer al mediodía la intervención de la EPS Capresoca, una medida que complica no solo el futuro de esta entidad, sino también el de todo el sistema de salud pública en Casanare. La caída de Capresoca podría desencadenar un efecto dominó en la red pública, afectando gravemente a instituciones como el Hospital Regional de Yopal (HORO) y la Red Salud Casanare, que enfrentan importantes compromisos económicos con la EPS.
Esta intervención, que era previsible desde días atrás, ha sido minimizada por las autoridades locales, pero las consecuencias son innegables. Las finanzas de entidades de salud ya afectadas se verán complicadas, lo que pone en riesgo la continuidad de la atención médica para los usuarios.
Según el informe de la Superintendencia, la intervención se justifica por factores ampliamente conocidos, como los retrasos en remisiones, una significativa deuda con otras entidades del sector, múltiples tutelas sin respuesta, demoras en la entrega de medicamentos, numerosas quejas y una carga burocrática desbordante que ha hecho insostenible la operación de Capresoca.
A pesar de que el Superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, ha asegurado que los servicios están garantizados, la experiencia de otras EPS intervenidas sugiere que la atención a los usuarios podría verse gravemente afectada. Expertos en el tema advierten que esta situación podría marcar el inicio del fin de Capresoca.
La preocupación entre los usuarios es palpable, y muchos temen por la calidad de la atención médica en un momento crítico para la salud pública en la región. Las voces de alerta se multiplican, y la comunidad espera respuestas y soluciones efectivas ante esta difícil situación.