El gobierno de Chile ha emitido una contundente respuesta a las recientes declaraciones del candidato presidencial colombiano Gustavo Petro, quien solicitó la liberación de un político chileno detenido por presunta corrupción. Según fuentes oficiales chilenas, las declaraciones de Petro fueron catalogadas como «inaceptables» y consideradas una intromisión indebida en los asuntos internos del país.
El candidato de izquierda colombiano, conocido por sus posiciones contundentes y polémicas, expresó su apoyo al político chileno detenido, argumentando que se trata de una persecución política injusta. Estas afirmaciones no solo han generado un debate acalorado en Colombia, sino también tensiones diplomáticas entre ambas naciones sudamericanas.
El gobierno chileno, representado por el Ministro de Relaciones Exteriores, enfatizó que el proceso judicial en curso contra el político detenido se lleva a cabo conforme a la ley chilena y con total respeto a los derechos humanos. Asimismo, rechazó cualquier intento de influencia externa que pueda comprometer la independencia de su sistema judicial.
Por su parte, Gustavo Petro no ha retractado sus declaraciones y ha insistido en la necesidad de una revisión imparcial del caso, instando a la comunidad internacional a estar atenta a lo que denomina «abusos judiciales». Estas diferencias de opinión han puesto de manifiesto las tensiones políticas y la diversidad de enfoques sobre la justicia y la corrupción en América Latina.
Hasta el momento, no se han anunciado medidas adicionales por parte de ninguno de los gobiernos implicados, pero se espera que el tema continúe siendo motivo de debate en los próximos días, mientras los líderes políticos y las autoridades judiciales de ambos países intentan manejar esta situación delicada.